Cientos de surcoreanos abrigados para enfrentar la nieve y las temperaturas bajo cero protestaron durante la noche hasta la madrugada del domingo cerca de la residencia del presidente Yoon Suk Yeol, quien fue apartado del cargo, pidiendo su destitución y arresto, mientras las autoridades se preparaban para renovar sus esfuerzos para detenerlo por su breve decreto de ley marcial.