Siguiendo por Burgos España en atención a mi Estancia Académica en la Universidad de Burgos (UBU) de los meses de junio y julio de este año, con el fin de atender un capítulo de mi Tesis doctoral en Administración Pública, se me vienen a la mente algunas reflexiones referentes a nuestra máxima Casa de Estudios, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Primeramente, gracias a los esfuerzos que ha realizado nuestro Rector, José María Leal Gutiérrez, y a través de la Dirección de Intercambio Académico, que dirige el Dr. Modesto Robledo Robledo, actualmente la UAT tiene abierto el importante programa de Estancias de Movilidad Académica, lo que permite que alumnos como el suscrito, logremos conocer otras Universidades del mundo, para llevar a cabo intercambios académicos con otras culturas.
Asimismo, reconocemos en la persona del Dr. Carlos Hinojosa, Director de la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales, la oportunidad que brindó a 18 compañeros de la Primer Generación del Doctorado en Administración Pública, para terminar este próximo 23 de agosto nuestra etapa académica-escolar, por lo que realizaremos nuestra ceremonia de Graduación, teniendo como Padrino de la Generación al propio Dr. Hinojosa, y el nombre que llevará nuestra primera camada de doctorantes, se seleccionó al Dr. Javier Garduño ante su brillante participación como nuestro Profesor del Seminario de Seguridad Pública y el recién terminado 2º Seminario de Disertación de Tesis.
Por otra parte, mi mayor reconocimiento al Mtro. Pedro Espinoza Baca, Director de la Unidad de Ciencias, Educación y Humanidades, por la labor académica y de investigación que le ha imprimido a la Facultad de Ciencias en estos últimos 8 años de arduo trabajo, esto nos ha permitido a los profesores de horario libre y de tiempo completo, completar nuestra actividad académica con la de investigación.
Estas gratas noticias me permiten a la distancia sentirme honrado de ser parte de esta primer Generación de Candidatos a Doctor y poder participar activamente en esta Estancia Académica en Burgos España.
Por lo anterior, y como muestra de mi agradecimiento universitario, del Alma Mater de la UAT, la que me permitió cursar en Tampico la Licenciatura en Administración de Empresas (1995), en Victoria la Maestría en Economía y Desarrollo Regional (2002) y ahora, en la UAMDSC el Doctorado en Administración Pública (2010-2013), escribiré sobre nuestro Escudo universitario que todos reconocemos desde el año 1968.
“…Todo el mundo reconoce el emblema de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), pictograma identitario que este año cumple 45 años. En cambio, quizá no muchos conozcan la historia de su creador, Abiel Méndez Domínguez, médico nacido en Ciudad Victoria quien desde los albores de su vida incursionó en el dibujo profesional.
Procedente de la mixteca baja de Puebla, la familia Méndez Domínguez llegó a la capital de Tamaulipas en la primera mitad del siglo XX. De origen campesino, los padres comenzaron vendiendo en el centro histórico y terminaron instalando un local en el mercado Argüelles. A unos pasos de ahí nació Abiel en 1942.
Según relató recientemente a Radio UAT, sus inicios como dibujante fueron en la primaria Juan B. Tijerina, donde hacía caricaturas de sus compañeros. A los diez años se ganó una máscara gracias a un concurso de dibujo de la célebre historieta Santo, el Enmascarado de Plata. Ya en secundaria y preparatoria conquistó diversos premios en esa disciplina.
Al concluir la preparatoria, en plena década de los sesenta, hubo de tomar una decisión. “Quería estudiar medicina, pero por falta de dinero no podía hacerlo en Tampico. Así que me trasladé a Puebla, donde llegué a un internado para estudiantes pobres”.
Fue su habilidad como dibujante lo que le permitió abrirse puertas. Cuando cursaba el primer año se impuso en el Concurso Interuniversitario de Cartel de Promoción de la Salud, luego ganó un premio nacional patrocinado por una radiodifusora regiomontana y otro al que convocó El Sol de Puebla. En el otoño de 1968 ganó el certamen más trascendente de su vida.
Con una carta su madre lo enteró de que en Tamaulipas la UAT organizaba un concurso para elegir el que sería su escudo, y lo alentó a enviar una propuesta. Puso manos a la obra. El lápiz se deslizó en el papel, que recibió ansioso la tinta. Luego de unos días estuvo listo para enviarlo al concurso.
En el texto que metió en aquel sobre junto con el boceto aún se lee el significado del emblema: “Un libro, fundamento del conocimiento, del cual surge el joven universitario en busca de trascender. En la mano siniestra sostiene un átomo que simboliza la tecnología avanzada, el misterio del la creación, en la diestra empuña una antorcha encendida que marca el derrotero a seguir en todo grupo universitario: llevar el conocimiento hasta lo más apartado del mundo. El círculo donde están estos elementos significa la universalidad del conocimiento”.
Tras titularse como médico cirujano y partero, Abiel Méndez Domínguez trabajó en el Instituto Nacional Indigenista, donde llegó a ser el director del primer hospital indigenista de México. Además fue durante 23 años dibujante profesional en Puebla. En los setenta se dedicó a elaborar títulos universitarios, que en aquella época no se imprimían, sino que se mandaban a hacer de manera manuscrita.
“Haber diseñado el escudo de una institución como la UAT es algo muy especial, la alegría es intensa”, concluye Méndez Domínguez, quien hoy atiende su consultorio particular y una tienda naturista en Puebla, tras diversificar su formación con estudios de medicina…”
Así la UAT cumple este año 45 años de utilizar su emblema universitario, y esta semana nuestro Rector visita la Universidad Pública y la Privada de Brasil, continuando con su incansable labor de ampliar los horizontes de la UAT para disponer de más contactos internacionales que apoyen la labor de intercambios académicos y la investigación conjunta que nos permita conocer otras latitudes y desarrollos de la docencia e investigación académica.