El ala dura del PRI no tiene dudas cuando se lanza a la carga. “Deben, por la salud del partido y nomás para que se midan para la próxima, hacerle espacio en Tamatán (el Cereso) a los traidores que lo merezcan y exhibir a quienes han hecho dinero a la sombra del poder y ahora jugaron a las contras”.
La idea es una, bloquear futuras aspiraciones de los tricolores que financiaron la campaña de Gustavo Cárdenas y de otros aspirantes opositores en el Estado, como el de Cantú Rosas en Nuevo Laredo, como el de Lety Salazar en Matamoros.
“No hay secreto, en Victoria todo el mundo conoce los nombres de los financiadores de Gustavo”.
Cierto o falso, hablan como si tuvieran la certeza de que sus dichos son ciertos, y luego de exponer el pecado de los victorenses que hace tiempo parecían tricolores de pura cepa se van al resto del Estado.
“Ramón Garza Barios les jugó el dedo en la boca, los chamaqueó, le valió pura madre todo, y ahí anda feliz diciendo que es priísta”.
También tienen dudas del que ahora conocen (ellos) como Caín del noreste, aunque en realidad se llama Erik Silva, en Matamoros.
El caso es que durante la pasada jornada electoral el PRI perdió a muchos de sus soldados, lo traicionaron e incluso intentaban, con todo y los riesgos, matar proyectos futuros.
Igual el espacio servirá para evaluar a sus operadores políticos, a su militancia, a los grupos que le han dado fortaleza en realidad y quienes resultan puro bloff, que carecen de punch en las calles aunque para idear asuntos tenebrosos resulten bastante efectivos.
Desde luego, salen victoriosos Oscar Almaraz, Miguel González Salum y Pepe Cárdenas en Victoria, en Tampico Gustavo Torres Salinas, el Secretario de Sedesol Homero de la Garza Tamez y Toño Martínez Torres, en Reynosa el Secretario de Obras Públicas Manuel Rodríguez, en Madero hasta el Betico Váldez se recupera y alza la voz de presente para lo que pudiera ofrecerse.
En Nuevo Laredo el gran derrotado es Benjamín Galván, su alcalde, su soberbio presidentito, luego Bladimir Martínez, los triunfadores son los tricolores, Ramón Garza Barrios y Horacio Garza, entre otros.
Más allá de todo lo que sucede, el ala dura del tricolor exige que se llame a cuentas a todos, que se dé el justo valor a los que trabajaron y sacaron el trabajo adelante, también que se hagan carne de presidio a los traidores como Garza Barrios que se robó bajo la sombra tricolor, dicen ellos, miles de millones de pesos nomás para invertirlos al PAN.
Por lo demás, seguir reiterando que fue una jornada ejemplar, tranquila.
Cierto, en la capital, en Victoria, Gustavo Cárdenas alega compra de votos, embarazo de urnas, trampas, algo quiere ganar.
A estas alturas del partido es casi imposible hacer trampa de la forma como dice la sufrió el ex edil victorense y eso lo exhibe tal cual es.
En realidad, Gustavo perdió por soberbio, porque la gente lo conoce a la perfección y saben que nunca dio un beneficio a la capital en más de 18 años que estuvo en puestos de poder de más alto nivel.
Cuando Gustavo fue Senador no regresó a Victoria, se la pasó seis años en un viaje por el mundo y únicamente visitaba la capital para inspeccionar sus negocios, no se sabe de un solo beneficio que haya dejado a esta ciudad, o en cualquier parte del Estado.
Tampoco se sabe qué dejó de bueno cuando fue director de ASERCA de donde se presume lo corrieron al encontrar actos de corrupción en la dependencia, esos son los últimos 10 años de Gustavo, ganando mucho dinero, teniendo bastante poder, y ocupando muy poquita de su memoria para esta gente que ahora que andaba en campaña decía querer tanto.
Que motivó el voto para que obtuviera el segundo lugar, su carisma, su trabajo, de eso no hay duda que los tiene, pero solo pegó en algunos inconformes que lo vieron como un posible contendiente que podía ganar, y ya.
El caso, y lo que viene, serán unas ansias locas de venganza de los tricolores que se sienten traicionados, aseguran que la situación amerita un profundo respeto a los que trabajaron, aceptan que no son días de venganza sino que son días de sumar, pero quizá sea mejor depurar a estas horas, mandar al bote a los que son carne de presidio por sus malos actos, todo eso, dicen, es mucho mejor que ver hundirse la nave en tres años, cuando vayan en busca de la gubernatura, porque así son los políticos, nunca descansan, menos los del PRI, ellos terminan una elección y ya están en la otra, así que pronto veremos los resultados.
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