Desde Madonna con ‘Like A Prayer’ Lady Gaga con ‘Judas’, las estrellas del pop siempre han mantenido una relación complicada con la religión cristiana. Ellas adoran la iconografía católica, pero la mayoría de las veces el sentimiento no es mutuo.

Sabrina Carpenter ha sido la última cantante en enfadar a los católicos; en su caso, por el videoclip de su nueva canción ‘Feather’, que rodó el pasado octubre en el interior y los alrededores de una iglesia de Williamsburg, en Brooklyn.

Durante el vídeo de terror, Sabrina presencia la muerte de varios hombres que la habían acosado por la calle, la habían tocado sin su consentimiento o habían tratado de tomar una fotografía por debajo de su falda, e incluso ejecuta a uno ella misma. También baila en el interior del templo ataviada con un tutú negro y un velo a juego para celebrar su funeral.

Un sacerdote católico ha sido destituido de sus funciones administrativas a causa del vídeo, según asegura el periódico The New York Times. Dos días después de que se estrenara, la diócesis de Brooklyn compartió una declaración con la Agencia Católica de Noticias en la que afirmaba que el obispo Robert Brennan estaba consternado tras ver el tipo de contenido que se había permitido rodar en la iglesia de la Anunciación de la Santísima Virgen María en Brooklyn.

La diócesis afirma que dicha iglesia no siguió el protocolo establecido para aprobar cualquier tipo de rodaje en una propiedad de la diócesis, que implica revisar el guion y todas las escenas, y que fue monseñor Jamie J. Gigantiello quien dio el permiso de forma más o menos unilateral.