Las cuotas escolares que año con año los padres de familia pagan por las inscripciones de sus hijos en las escuelas, deben de ser eso, cuotas, pues no se puede permitir que se paguen cantidades por arriba de lo normal, es decir, cifras como la de $5,000 pesos que quieren cobrar en la Secundaria General N°4 de Ciudad Victoria.
Es un tema complejo este de las cuotas escolares, pues cada escuela prácticamente cobra lo que quiere y no existe regulación alguna por parte de las autoridades educativas, por más que el Secretario de Educación, Diódoro Guerra, diga lo contrario.
En 1867, Benito Juárez promulgo la Ley Orgánica de Instrucción Pública, que establecía a la educación como obligatoria, gratuita y laica. Este hecho fue sumamente importante, a tal grado, que estas bases constituyen en la actualidad las principales características de la educación en México y fueron la base para la elaboración del artículo tercero constitucional, que dice que la educación impartida por el Estado debe ser laica, gratuita y obligatoria para todos los habitantes del país.
Desde luego, todos sabemos que este articulo le vale un cacahuate a muchos directores de primarias y secundarias que se enriquecen a costa de muchas tranzas y recaudaciones escolares excesivas que se les hacen a los padres de familia.
En estos tiempos, las instituciones educativas han perdido todo el sentido de lo que es una verdadera educación, los maestros se preocupan más por cómo van vestidos y si cumplen con el uniforme, en lugar de mejorar la calidad de la enseñanza y educación que se les imparte a los alumnos.
Cualquier hijo de vecino, sin tener la más mínima preparación académica y pedagógica para dar clases frente a grupo, hoy es un maestro. De ese tamaño esta la corrupción y el desmadre en el sistema educativo, sin exagerar.
Es un auténtico desbarajuste esto de las cuotas escolares, pues en vez de preocuparse por mejorar la calidad de la educación, autoridades educativas y padres de familia se están peleando por otros motivos ajenos al aprendizaje y al aprovechamiento escolar.
La reforma educativa de Peña Nieto, solo quedó en algo mediático, como ha sido la historia de su gobierno, que es la de posar para las cámaras, sonreír y querer vernos la cara de tontos a todos los mexicanos.
Su reforma en materia de educación, ha sido cuestionada por los maestros, por organizaciones sindicales e incluso por algunas autoridades educativas de los estados, pues ven la reforma como una imposición inaceptable que viola los derechos laborales, al grado de llegar a las movilizaciones que se están dando en algunos estados, lamentablemente para la educación de los mexicanos, los escenarios parecen ser mas de fuerza, que de uso de la razón, en donde lo que debiera imponerse es la necesidad de mejorar la calidad de la educación de los estudiantes de México y no caer en confrontaciones sosas.
COMENTARIOS: [email protected]