Luis Videgaray Caso, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, títere y cómplice de Peña Nieto, es quizá el hombre más poderoso en la Presidencia de la República, sólo por debajo del mismo presidente.

Lamentablemente, ese poder, ese “don bendito” que le encomendó EPN de manejar nada más y nada menos que la Secretaría de Hacienda, lo está utilizando para pegarle en el bolsillo a los mexicanos. Pues todos sabemos que este sujeto está detrás de la reforma energética y de la reforma fiscal.

Videgaray, mencionó el día de ayer que México fue fábrica de pobreza en los años 80 y que  la reforma fiscal, junto con el resto de las reformas planteadas por el gobierno federal, contribuirán a una mayor estabilidad macroeconómica, no como un fin en sí mismo, «sino como una forma de contribuir al único indicador de éxito de la política económica que realmente importa: el bienestar de las familias mexicanas, el bienestar duradero de las familias mexicanas», concluyó. Yo me pregunto, ¿que acaso no  seguimos siendo un país pobre?

Claro que seguimos siendo un país pobre, solo que muchos ricos y gobernantes viven en una burbuja de lujos y placeres, en una burbuja de la abundancia, es por eso que dicen tonterías como esta, de decir que ya no somos tan pobres como antes.

Hace falta darse una vuelta por las colonias de las periferias de las ciudades, para observar las condiciones deplorables e inhumanas en las que viven muchas familias mexicanas.

No hace falta ir muy lejos, aquí mismo en Tamaulipas existe mucha pobreza. Hay algunos municipios como los del altiplano, que están solos, abandonados y por consecuencia no fluye la economía.

No me cansaré de decir, que estos políticos y gobiernos de hoy, son un auténtico fiasco y merecen todo el repudio y la espalda del pueblo de México.

Tal parece que los ciudadanos, votamos y le damos el poder a los políticos para que en vez de ayudarnos, quieran empeorar nuestra economía y por consecuencia hundirnos en la miseria y en la pobreza.

Esto aplica aquí en el Estado, pues  algunos alcaldes priistas  apenas llegan y ya empiezan a “sangrar a la gente”, por medio de multas excesivas, predial, etc. Apenas entran al cargo y están hambrientos de billetes, así fueran para aplicar las mismas leyes a sus familias y amigos. No nos hagamos tontos, todos sabemos cómo se manejan las cosas estando en el poder.

Solo recuerden que en 3 años mas habrá sucesión en el gobierno de Tamaulipas, y si los alcaldes priistas siguen “jodiendo” a los ciudadanos, ya veremos en las urnas de a como les toca… El PAN saborea el triunfo, pues ante la ineficacia y los malos actos de los alcaldes priistas y del mismo partido, el panismo tamaulipeco se perfila para llegar a Palacio de Gobierno y arrebatarle al PRI Tamaulipas.