México, es el mayor consumidor de refrescos en el mundo y supera ya en 40% a los Estados Unidos en el consumo de estas bebidas por persona, aparte nuestra población infantil ya rebasa en sobrepeso y obesidad a la estadounidense.

La Secretaría de Salud, ha señalado que el alto consumo de energía a través de las bebidas es una de las causas principales de la epidemia de sobrepeso y obesidad. La falta de acceso a agua potable gratuita en escuelas y espacios públicos, ha sido el más efectivo mecanismo de promoción del consumo de bebidas altas en calorías.

Aquí en Tamaulipas nuestro secretario de salud, Norberto Treviño, dijo estar de acuerdo en que se graven con más impuestos los refrescos, además de que al bajar el consumo, a la dependencia les llegarán más participaciones.

“Totalmente de acuerdo, inclusive yo lo comenté hace algunos meses que sería prudente, así como al tabaco, que a los productores de bebidas azucaradas también se les impusiera un impuesto”, añadió que se trata de una medida importante y aunque eso no va a disminuir el consumo, será una entrada extra de recursos que se destinarán para combatir los problemas relacionados con sobre peso y obesidad.

Este problema del consumo desmedido de refrescos, hay que decirlo, en gran medida se debe a que las industrias refresqueras en nuestro país cuentan con la complicidad del Gobierno para bombardear con mensajes publicitarios que hacen que casi todos los mexicanos seamos adictos a los endulcolorantes como la Coca Cola, esto sin que nadie lo regule.

Al respecto de los refrescos, tal parece que a nuestro Presidente, por fin se le encendió el foco y está planteando nuevos impuestos a las bebidas endulcolorantes.

Pues el pasado domingo, Peña Nieto presento una iniciativa de reforma fiscal que contempla un gravamen especial de un peso por litro a las bebidas azucaradas, entre ellas los refrescos, los cuales pagan actualmente el impuesto al valor agregado (IVA) del 16 por ciento.

Ante ello, los principales responsables de que México esté enfermo, el “mugroso” Grupo de la Coca Cola, pillo y salió con una verdadera falacia, al decir que un impuesto especial propuesto en México a las bebidas azucaradas como parte de una reforma fiscal es discriminatorio e incompatible con una buena política fiscal.

Hay que decir y reconocerle a nuestro Presidente, que se tomen este tipo de medidas de cargarle impuestos a las empresas que tanto le han hecho daño a México, como el grupo de la Coca Cola.

Así como le criticamos muchas cosas, entre ellas que ni siquiera se ha parado en nuestro Estado, aplaudir que le den un derechazo a la industria de “las aguas negras”.

Imagínese usted, cuantas personas tienen diabetes en México gracias a la coca cola y a las demás marcas de refrescos que se distribuyen a lo largo y ancho del territorio nacional.

En hora buena por este tipo de medidas a favor de la salud pública. Ojalá y este sea el principio de más reformas e ideas en beneficio del pueblo de México.