El tema actual en Tamaulipas, dejando a un lado el de la  inseguridad y el político, es el problema del dengue. Que ha dejado más de 3,000 casos e incluso ya ha cobrado algunas vidas.

Los culpables de que  seamos una de las entidades con mayores rangos de dengue en todo el país,  somos todos, pero hay que decir que la Secretaría de Salud no actuó de manera oportuna y eficazmente cuando debió.

Pues aunque los ciudadanos tienen responsabilidad por la poca prevención y en ocasiones por negligencia ante este brote, la Secretaría de Salud y su secretario, Norberto Treviño García Manzo, no fueron lo suficientemente precavidos para iniciar a tiempo con una campaña de prevención en contra del dengue.

Reaccionaron y encendieron los focos rojos, ya cuando medio Estado estaba contagiado. Entonces sí, iniciaron con todo las brigadas y hasta la fecha sigue una campaña intensiva para combatir al mosquito causante de esta enfermedad.

Otros responsables, son los ayuntamientos de los distintos municipios del Estado, pues permiten y no castigan a todos aquellos dueños que tienen enmontados sus terrenos o lotes baldíos, siendo estos, lugares perfectos para anidar de los mosquitos del dengue.

No se trata de ver quién es el culpable de esta lamentable situación, ni señalar a nadie. Puesto que el Gobierno de Tamaulipas no ha escatimado recursos para acabar con el dengue.

Pero si decir, que en ocasiones algunas dependencias como Protección Civil y la misma Secretaría de Salud, se les ha visto actuar ineficazmente  ante problemas que han surgido en distintos municipios de la entidad.

No olvidemos, que gracias al calentamiento global y distintos factores ambientales, los fenómenos naturales y las enfermedades cada vez atacaran con mayor fuerza a la población.

Ante este reto de nuevas enfermedades y de climas extremosos, toma mayor relevancia el que estemos preparados y prevenidos para afrontar un futuro que se perfila catastrófico y de tiempos muy difíciles en todos los ámbitos.

El problema del dengue en Tamaulipas, es la primera llamada de atención para que los ciudadanos y autoridades nos pongamos las pilas para prevenir, y en un futuro no lamentar epidemias o problemas sanitarios que se pudieran presentar.