Hace algunos años, el centro de nuestra capital, Ciudad Victoria, era un lugar agradable para distraerse. Si bien es pequeño, con poca infraestructura y con edificios muy viejos, es un lugar muy arraigado por los victorenses.
Hoy, luce desolado, viejo, acabado, solitario, como si fuera un anciano de 100 años que vive sus últimos días. La calle Hidalgo se ha convertido en un lugar poco agradable para transitar.
Como dice un poema, “Nosotros, los de ayer, ya no somos los mismos”. De aquella ciudad bonita, pequeña y amable de antes, ya no queda nada.
La capital tamaulipeca vive una etapa obscura, y no solo porque no hay suficiente alumbrado público en las noches. Sino porque está muy deteriorada en muchos sentidos.
Es muy lamentable, que no se haga nada por mejorar las condiciones de vida de los victorenses. No lo merecemos. Si hicieran un estudio a nivel nacional, de cuáles son las ciudades capitales de los estados que en peores condiciones están, seguro Cd Victoria estaría dentro de los primeros lugares.
Los discursos oficiales van y vienen, ¿pero cuando se verán las hechos, las acciones a favor de mejorar la vida de las familias tamaulipecas, en este caso de los victorenses?
Es totalmente inaceptable, que vivamos la realidad que hoy vivimos. El servicio de transporte urbano es horrible, las calles están llenas de baches y en las noches lucen obscuras porque no hay lámparas, no hay agua en algunas colonias y donde hay sale toda turbia, no hay suficientes hospitales, no hay empleo, no hay comercio, no hay nada.
Somos un mito como ciudad capital, esta no es una ciudad. Algún día lo fue, no lo es más. Esperemos y en un futuro no muy lejano, las cosas cambien. Porque las familias de Victoria, merecen una ciudad con mejores servicios públicos, bonita, moderna, urbana, no en lo que esta convertida actualmente.