Human Rights Watch acusó el jueves a Israel de causar la muerte de miles de palestinos al restringir y atacar sistemáticamente el suministro de agua en Gaza, en una campaña que calificó como “actos de genocidio”.

El grupo de defensa de los derechos humanos fue el más reciente entre un número cada vez mayor de críticos que acusan a Israel de actos genocidas en su guerra en Gaza. Israel niega rotundamente las acusaciones y afirma que su guerra se dirige contra los milicianos de Hamás, no contra la población civil del enclave palestino.

En su reporte del jueves, HRW alegó que innumerables bebés, niños y adultos han muerto por desnutrición, deshidratación y enfermedades como resultado de las acciones de las autoridades israelíes durante más de un año de guerra para cortar deliberadamente el flujo de agua y electricidad a Gaza, destruir infraestructura y obstaculizar la distribución de suministros críticos.

“Como política estatal, estos actos constituyen un ataque generalizado o sistemático contra una población civil. Por lo tanto, las autoridades israelíes están cometiendo el crimen de exterminio contra la humanidad”, afirmó el grupo con sede en Nueva York.

Además, apuntó que el “patrón de conducta” descrito en su informe y las declaraciones de funcionarios israelíes “pueden indicar” una intención genocida, pero no se pronunció de forma definitiva. Según el derecho internacional, probar la intención es clave para concluir si se ha cometido genocidio.

Niega señalamientos

Israel, fundado como refugio para los judíos tras el Holocausto nazi, niega enérgicamente las acusaciones.

Afirma que Hamás es responsable de la destrucción en Gaza porque el grupo se oculta y opera en escuelas, hospitales y zonas residenciales. Afirma que el ataque de Hamás en octubre de 2023 que desencadenó la guerra el ataque más letal contra los judíos desde el Holocausto equivale a genocidio.