Un equipo de investigadores, dirigido por científicos de la Universidad de Utah Health y la Universidad Rockefeller (EU), ha determinado que una mutación genética encontrada en ratones y monos, interfiere con virus como el VIH y el Ébola.

Este hallazgo, podría conducir al desarrollo tratamientos en humanos.

El gen, llamado retroCHMP3, codifica una proteína alterada que interrumpe la capacidad de ciertos virus para salir de una célula infectada y evita que continúe infectando otras.

Usualmente algunos virus se encapsulan en las membranas celulares y luego salen, pero el gen RetroCHMP3 retrasa ese proceso lo suficiente como para que el virus ya no pueda escapar.

Nels Elde, autor principal del descubrimiento, se dijo muy sorprendido de que con la ralentización de la biología celular sólo un poquito, se desvíe la replicación del virus.

RetroCHMP3 se originó como una copia duplicada de un gen llamado CHMP3. Algunos monos, ratones y otros animales tienen retroCHMP3 u otras variantes, pero los humanos solo tienen el CHMP3 original.

En los seres humanos, el CHMP3 desempeña un papel clave en los procesos celulares que son vitales para mantener la integridad de la membrana celular, la señalización intercelular y la división celular.

Usando herramientas genéticas, ‘engañaron’ a las células humanas para que produjeran la versión de retroCHMP3, e infectaron las células con el VIH. Así descubrieron que el virus tenía dificultades para desprenderse de las células, lo que las detuvo en seco.

Desde una perspectiva evolutiva, el equipo de científicos cree que esto representa un nuevo tipo de inmunidad que puede surgir rápidamente para proteger contra amenazas de corta duración.