Alimentarse balanceadamente es una de las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) más suele hacer, pues de una dieta saludable depende que el organismo se encuentre en óptimas condiciones.

De hecho, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos dice que cuando se habla de alimentación saludable, básicamente quiere decir comidas y bebidas que aportan nutrientes y calorías adecuadas.

Por lo tanto, “tomar decisiones inteligentes sobre las opciones de alimentos puede ayudar a controlar el peso y reducir el riesgo de sufrir ciertas enfermedades crónicas (de largo plazo)”, agregan los especialistas norteamericanos.

En ese orden de ideas, alimentarse de manera responsable es más que indispensable para que el cuerpo se mantenga, pero, a su vez, para evitar siendo víctima de una muerte temprana por diversas complicaciones.

Importancia de diferenciar las dietas

Por lo general, hay quienes ven a las dietas como una restricción o sacrificio, también existe el imaginario popular de dejar de comer porque sí.

Sin embargo, una dieta depende de lo que una persona desea para su organismo, de modo que antes de comenzar alguna de estas indicaciones alimentarias, lo mejor es ir a una consulta médica.

Precisamente, en búsqueda de generar consciencia, se dice que aquellas dietas con altos niveles de productos industrializados y procesados impactan el medio ambiente.

Teniendo en cuenta un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber), publicado en la revista Science of The Total Environmentcuando se reduce el consumo de alimentos ultraprocesados no solo se está contribuyendo al medio ambiente, sino que también la salud se ve mejorada.

Pero eso no es todo, desde la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, uno de los mejores claustros universitarios del mundo, se comparte la dieta que aparte de ser amigable con el entorno natural, podría reducir hasta 25 % el riesgo de muerte.

La dieta de Harvard

Según los académicos de la reconocida institución universitaria, cuando se ingieren alimentos que son más amigables con el medio ambiente hay probabilidades de alargar la vida y, por ende, la salud.

Para dar con este tipo de argumentos, los estudiosos hallaron que si se lleva a cabo una dieta más sostenible podría haber hasta un “25 % menos de probabilidades de morir prematuramente”. La investigación tuvo en cuenta las dietas que tienen personas de más de 30 años.

Fueron más de 100.000 personas de Estados Unidos las que participaron en el estudio y, entre lo más destacado, se pudo determinar que las mejores calificaciones fueron para aquellos sujetos adheridos al “índice de dieta de salud planetaria”, ya que estos “tenían un 15 % menos de probabilidades de haber muerto de cáncer o enfermedad cardíaca”.

En la misma línea, “también tenían un 20 % menos de posibilidades de morir por enfermedades neurodegenerativas”.

Así las cosas, los académicos sentenciaron que lo que es hoy en día conocido como una dieta verde, disminuye el riesgo de muerte prematura.

Por lo tanto, alimentos de origen vegetal se vinculan con un menor riesgo de enfermedades crónicas. Junto a esto, el estudio tuvo en cuenta otras investigaciones en las que cereales integrales, frutas, verduras sin almidón, nueces y aceites insaturados serían de las mejores opciones a la hora de querer preservar la salud y cuidar el medio ambiente.

Del otro lado de la balanza, los huevos, las carnes rojas y procesadas, no tuvieron el mismo visto bueno y “podrían ser perjudiciales”.

Por último, los estudiosos precisaron que en la búsqueda de adoptar mejores hábitos alimenticios se presentan desafíos en los que características como las condiciones de salud, estado socioeconómico y las restricciones religiosas pueden impactar en la calidad de vida de las personas.