Carlos Marx y Federico Engels sostenían en el Manifiesto Comunista que toda lucha de clases es una acción política y en el marco actual de los cambios legales que se pretenden, es evidente que, mientras las cámaras patronales cuentan con el respaldo del gobierno, la mayoría de los partidos y de los medios masivos de comunicación, los trabajadores carecen de una vanguardia ideológica que luche coherentemente por sus derechos básicos.

“Los obreros arrancan algún triunfo que otro, pero transitorio siempre…Y toda lucha de clases es una acción política. Las ciudades de la Edad Media con sus caminos vecinales, necesitaron siglos enteros para unirse con las demás; el proletariado moderno, gracias a los ferrocarriles, ha creado su unión en unos cuantos años” (Marx, Engels, 1984).

“El sindicalismo actual nos ofrece actualmente tal pesadez, que nos predispone hacía una psicología de la gravedad. Por un lado, el análisis empírico de lo real así parece mostrarlo: el sindicalismo ya no es un interlocutor para ayudar a definir las políticas públicas; los dirigentes tradicionales ya no tienen fuerza ni decisión para oponerse a los programas de ajuste; los salarios por debajo del índice inflacionario y el desempleo han maniatado a los sindicatos como las cadenas de Prometeo; numerosos contratos colectivos han sido salvajemente modificados con la complicidad o la impotencia de los dirigentes…

Por otro lado, desde el punto de vista de la teoría neoliberal, los sindicatos impiden el buen desempeño de la productividad y obstaculizan el libre comercio, y por ello no son contemplados como actores sociales en la nueva etapa de la globalización: es el fin de su historia. Dentro de la crisis del sindicalismo contemporáneo, lo peor que nos puede pasar es sucumbir al peso ideológico del fin de la historia.

Aparte de nuestra propia imaginación creadora sobre nuevas formas de sindicalismo y de relaciones con el Estado en un país determinado, por lo menos podríamos contemplar el anuncio de nuevas experiencias de comportamiento de movimientos obreros que de hecho, anticipan en un lado realidades que podrían estar en proceso en otro sitio (Medina Núñez, 2001).

Antonio Gramsci decía que la historia política del capitalismo se caracteriza por una continua y rabiosa lucha entre el ciudadano y el Estado; si aplicamos esta premisa al caso de México, podría decirse que hay una paradoja ya que es el Estado el que rabiosamente pretende hacer reformas que atentan contra la sociedad civil ya que (siguiendo con el lenguaje gramsciano), los asalariados son el componente mayoritario del bloque histórico que habría que forjar para construir lo que ahora se llama el socialismo democrático.

Un problema grave que casi no se menciona cuando se habla de reformas que beneficiarán a los empresarios es el contexto de inseguridad pública provocada por la debilidad del Estado para controlar el territorio donde ahora más que nunca se desarrollan actividades en la llamada economía informal que van desde la elaboración, distribución y venta de productos piratas, hasta la producción, transporte y comercialización de todo tipo de drogas ilegales.

Siguiendo con los teóricos del materialismo histórico, es oportuno recordar que Vladimir Illich Lenin sostenía que ante una gran burguesía surgía un gran proletariado, refiriéndose por supuesto a su época que se caracterizó por la explotación despiadada de obreros y campesinos que tuvieron que organizarse para romper las cadenas de la opresión.

Por otra parte, la Secretaría de Desarrollo Social Federal, puso en marcha de manera simultánea en los municipio de González, Hidalgo, Tula, El Mante, Matamoros y Miguel Alemán, el operativo de pago de apoyos correspondientes al Programa Pensión para Adultos Mayores (70 y Más).

Para este bimestre, la dependencia federal tiene programada, para la entidad, una derrama económica superior a los 74 millones de pesos en beneficio de 74 mil 021 personas mayores de 70 años, 42 mil 712 en la zona rural y 31 mil 309 en la zona urbana, quienes recibirán el recurso a través de las puntos de pago o mediante transferencia bancaria.

En el evento que se llevó a cabo en el gimnasio municipal de González, donde se contó con la presencia del Gobernador Egidio Torre Cantú, el Delegado de la SEDESOL, Edgardo Melhem Salinas, destacó el trabajo coordinado para impulsar una sola política social en beneficio de quienes más lo necesitan.

“Iniciamos una nueva etapa de un programa que es uno de los pilares de la Secretaría de Desarrollo Social Federal; en esta nueva etapa, el trabajo conjunto entre los tres órdenes de Gobierno tiene un solo ganador, ese ganador son ustedes, sus familias, son las personas que menos tienen”.

Por su parte, el agrónomo Juan Salinas Espinosa, sonríe y se encoge de hombros cuando se le pregunta si desea ser postulado por el PRI para alcalde de Victoria; ante sus amigos, el Secretario de Extensión y Vinculación de la UAT se muestra sumamente cauteloso pero si se le insiste, vuelve a mostrar la sonrisa discreta y musita: “que sea lo que Dios Quiera”; en cambio, Ramiro Garza Mata anda desatado por la alcaldía de Nuevo Laredo y revela que cuenta con la anuencia y simpatía de su ex alumno Ramiro Ramos Salinas.

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