No aprendió a leer pero fue el centro de una numerosa familia en la villa de Nuevo Morelos donde se le recuerda aun con mucho cariño pues vivió más de un siglo; algunos de sus nietos y bisnietos sostienen que murió cuando estaba por cumplir 109 años y que nunca se enfermó porque cuando crecieron los hijos, siguió cuidando a las siguientes generaciones.
Yo soy bisnieto de Doña Nemoria quien fue una mamá grande a pesar de que nunca dio a luz pues cuando mi bisabuelo Pablo quedó viudo, ella se hizo cargo de sus sobrinos y se fue a vivir con quien había sido el marido de su querida hermana; los menores le decían mamá pero los más grandecitos le decían jefa porque ellos siempre supieron que, en realidad, era su tía.
De niño estuve muchas veces en casa de mi tío Ignacio (quien, años después se enfermó de los nervios y le daba por irse a esconder a la sierra); su hijo Nacho como ella le decía (en realidad era su sobrino-nieto), trabajaba como vendedor y era el que más posibilidades económicas tenía, por eso mi bisabuela Nemoria vivía en su casa donde todos la querían.
Una mañana llegué a la casa de Ignacio y encontré a mi bisabuela haciéndole plática a un perico que quería mucho; yo iba acompañado de mi tío Modesto (hermano de mi madre) quien le dijo: -oiga abuelita, ese cotorro es muy viejo ya y la anciana respondió: – no tanto mijo, él es de tu edad; en ese tiempo tanto el animalito como Modesto apenas pasaban de los 40 años.
Con más de 90 años encima, la mamá grande de Nuevo Morelos salía al patio por las tardes y bajo la sombra de un árbol magnífico, se ponía a tejer servilletas y, cuando alguien de la familia expresaba admiración porque lo hacía sin lentes, mis tíos decían con orgullo que Nemoria era una mujer muy fuerte y sana y, con un toque de humor, Modesto expresaba: mi abuelita no lee el periódico nada más porque nunca aprendió a leer.
Con unas cuantas líneas acerca mi bisabuela Nemoria, quiero reiterar mi admiración por todas las mujeres que han parido hijos, por aquellas que jamás parieron (como la tía-mamá de mi abuelo Juan Gutiérrez); de paso le dedico un recuerdo a mi abuela Aurora con la que viví varios años cuando quedé huérfano de padre, además, le mando besos a Doña Andrea Gutiérrez (mi mamá), quien goza de cabal salud; vaya mi respeto y felicitación en su día a todas las madres que conozco y a las que no conozco; benditas sean.
En otro escenario, acudí al encuentro del presidente del PRI Ramiro Ramos Salinas con periodistas locales la mañana del jueves donde se pudo notar la ausencia del responsable de prensa, Jorge Pérez González y el bajo perfil del delegado del CEN, José Parcero López, quien acompañó al neolaredense y saludó a cada uno de los comunicadores presentes.
El contador RRS comentó ante los medios que ha recorrido toda la entidad y que en los municipios tiene sobradas razones para estar optimista porque las encuestas encargadas por el PRI le dan una ventaja holgada a los aspirantes (del PRI, por supuesto) a quienes se les ha solicitado que hagan sus mejores esfuerzos para garantizar triunfos en los ayuntamientos y en la mayoría de los distritos para incidir ampliamente en el poder legislativo.
Acompañado también de la diputada reynosense Amelia Vitales Rodríguez, el neolaredense se cuidó de triunfalismos inútiles y señaló que nadie tiene nada seguro, además, insistió en el sentido de que cuentan los priistas de la entidad con todo el apoyo de César Camacho Quiroz y de todo el CEN para arrancar en breve las campañas formales.
Los reporteros le preguntaron si está seguro de encabezar la lista plurinominal de diputados para luego encabezar al congreso pero RRS sólo sonrió con amabilidad y expresó que aun no sabe quienes van en esa lista pero que en el próximo encuentro con los medios dará a conocer todos los nombres; algunos periodistas murmuraron que para entonces ya estarán registrados los candidatos ante las autoridades electorales locales.
Ramiro estuvo relajado, estrenando una camisa con los logos del tricolor, concedió varias entrevistas en corto para distintos medios (aparte de la conferencia para todos los presentes) y compartió tacos, flautas, café, agua y refrescos con varias decenas de fotógrafos, camarógrafos, reporteros, editorialistas y cuadros del PRI que se reunieron en el local del ICADEP.
Por su parte, el delegado del comité nacional, JPL, sigue sin conectar con los medios locales, se mantiene hermético la mayor parte del tiempo y cuando este columnista la preguntó repentinamente que si había estado casado con la célebre actriz Carmen Salinas, lo negó enfáticamente moviendo la cabeza y siguió haciendo gestos de negación cuando otro comunicador afirmó que la comediante sí forma parte de su pasado porque está escrito en su semblanza y que se han publicado fotografías.
Dejando en claro que, en realidad, a nadie le importan los amoríos (reales o ficticios) del delegado del CEN, otros reporteros opinaron que lo importante es que funcione con todas sus capacidades políticas (que debe de tenerlas) para ahuyentar los demonios de la posible derrota priista en plazas tan importantes como Matamoros, Nuevo Laredo y Tampico donde otros partidos, en distintas épocas ya han tenido victorias.
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