Los abismos sociales en países corruptos y tercermundistas como México, son muy notables. Por lo regular son solo unas  cuantas familias las que controlan la economía y los destinos de nuestro país.

En este caso de México, podrían ser Carlos Slim el más rico del mundo y dueño de Telmex, Ricardo Salinas dueño de Tv Azteca, Germán Larrea, Emilio Azcárraga, etc.

Digamos que todos estos son los dueños de México, y nosotros somos como las hormiguitas obreras, los mortales, nos ven desde lo más alto y de vez en cuando nos pisotean y observan como muchas familias se mueren de hambre y viven en la pobreza extrema.

Mientras, estos apoderados de la economía mexicana, viven en un mundo de ensueño, de abundancia, de impunidad. Pues faltaba más, Televisa infló la figura de Peña Nieto y lo hizo Presidente, ¿Serán amigos EPN y Emilio Azcárraga? Desde luego.

Aunado a esto, el gobierno federal y los gobiernos estatales, no hacen nada por mejorar la situación. No hay empleos, si hay inseguridad. Una inseguridad que no cesa y que a todos nos tiene con miedo. Los discursos de la Presidencia de la República se han quedado solo en eso, en discursos, porque al menos aquí en Tamaulipas, seguimos viviendo la inseguridad.

No hay viabilidad para que los que menos tienen salgan de su triste realidad. Esa realidad que los condena a sufrir y a vivir en los lugares más altos de la miseria, hundidos en una vida que no es vida.

Mucha gente está desesperada, no encuentra empleo. Por lo tanto no tiene dinero, no puede comprar comida, mucho menos ropa. Tan solo viven al día, a ver que sale, muchos en el subempleo y ganando sueldos miserables en las maquiladoras que explotan a los trabajadores.

Es un mundo encarnizado, donde nadie regala nada. Donde el dinero lo vale todo. Y donde solo unos cuantos tienen en sus manos el presente y el futuro de una sociedad harta de que la aplasten y la humillen

Es nuestro  país el  de los influyentismos, de las amistades, de los compadrazgos y de las élites. Donde los más pobres, son los que más sufren las decisiones torpes de los políticos.

Son los mismos partidos políticos de siempre, los mismos partidos, los mismos discursos mentirosos de los gobernantes. Todos estamos hasta la madre de que los políticos y la clase rica empresarial se burlen de nosotros y cada día sean más millonarios a costa de nosotros.

Es el mismo México de siempre, el corrupto, el de la clase política bandida y el de los magnates del dinero cada día enriqueciéndose más, mientras el pueblo se encuentra hundido en un mundo de problemas a los cuales no se le ven salida.