La crisis institucional de la Iglesia Católica y Romana, es tan severa que «es la más grande e importante en muchos siglos y posiblemente la más grave de toda su historia», afirmó una importante revista religiosa.
No cabe duda que hoy en día, el catolicismo está en crisis. Puesto que a través de wikileaks y periódicos italianos, se están revelando distintas anomalías en el Vaticano, relacionadas con lavado de dinero, casos de pederastia y violaciones.
Para algunos expertos , los escándalos recientes han acelerado el deterioro de la Iglesia Católica y Romana, ya que a mediados de la década de los años 90, cuando salieron primeramente a la luz las denuncias por abusos sexuales perpetrados por prelados de la Iglesia Católica, en Estados Unidos el número de fieles que atendían misa disminuyó aproximadamente 35%.
Actualmente, las nuevas denuncias de abusos sexuales por parte de la Iglesia han llegado incluso a golpear al mismo ex Papa Benedicto XVI, al alegarse que él encubrió sacerdotes acusados de casos de pedofilia, quienes siguen sirviendo como clérigos en la Iglesia y trabajando con niños. México no es la excepción y las denuncias por los mismos delitos no se han hecho esperar.
Y si a todo esto le agregamos, que la gente se está dando cuenta, que los obispos viven como reyes, la iglesia pierde aún más credibilidad ante sus creyentes.
Es una realidad que un obispo en la actualidad, es una persona ostentosa, con cadenas de oro en su cuello, con coches de lujo y que viven en mansiones. Ante todo esto, nadie los audita, nadie sabe de donde provienen tantos recursos económicos que manejan en las iglesias
Hablando de anomalías financieras en la iglesia, el día de ayer se anuncio que el Vaticano registró durante el año 2012 seis operaciones internas sospechosas de posible lavado de dinero, según el reporte anual de la Autoridad de Información Financiera, el organismo de control de la Santa Sede.
Entre otras cosas, el reporte también incluyó las declaraciones de dinero en efectivo superiores a los 10 mil euros que atravesaron las fronteras del Estado pontificio: fueron 598 en ingreso y mil 782 en salida. Eso significa que dos mil 380 personas ingresaron o salieron del Vaticano declarando tener consigo efectivo o títulos por importes mayores a los 10 mil euros.
Hablamos de un problema sumamente delicado en la iglesia católica, puesto que todo lo que ha salido a la luz pública evidencia corrupción, pederastia, homicidios y perversidades inimaginables que han hecho distintos sacerdotes y los que administran actualmente el propio Vaticano.