“En sus peores momentos, el fan del futbol es un idiota con la boca abierta ante un sándwich y la cabeza llena de datos inservibles”, escribió el genial Juan Villoro en su obra “Dios es redondo”, donde reprocha de alguna manera, el gusto de enardecernos por 90 minutos sin que exista nada más.
En verdad si llega a pasar. Comentó alguien en una red social: como es posible que todo mundo esté entripado por la selección y nadie se ha quejado por la reverenda mentada que fue la aprobación de la reforma hacendaria. Mucha razón tuvo el amigo, pero como explicarle esto a la masa enardecida. Francamente es como para romperse la cabeza.
A lo largo de su carrera, Juan Villoro, ha hecho innumerables analogías de la idiosincrasia mexicana, criticas subjetivas de nuestro modo de pensar y actuar, que muchas veces va uno en sentido contrario al otro, de ahí que no sea raro el momento político, social, económico y hasta deportivo que vivimos.
¿Qué nos pasa a los mexicanos?
Pero alguna vez se han preguntado, ¿por qué seguimos cometiendo los mismos errores ancestrales? Dicen los que saben, que la corrupción es la culpable de todo esto; para muchos los culpables son quienes nos conquistaron y otros más osados, acusan a un gen como responsable de tanta estupidez. Vaya usted a saber.
La cosa es que, pasa en el fútbol, como plasma Villoro en cada una de sus obras, pero también pasa en la vida diaria cuando el “gandallismo” domina la jungla de asfalto. Pero eso sí, vamos a donar religiosamente al TELETON para expirar nuestras culpas.
Por eso no es raro, que las autoridades no encuentren que hacer, con los problemas viales que son básicamente pan con lo mismo; igualito que sentirnos enardecidos por el compañero que solo cobra y que ni conocemos ó la señora que se “cuela” en la fila atiborrada del supermercado porque lleva prisa.
Todas estas actitudes le dan la razón a la frase “cada pueblo tiene el gobierno que merece” y que en sus alcances, trastoca las fibras más perversas de una democracia disfrazada en oligarquía.
El retorno de la señora diferente.
El otro día me desayune con la noticia de que la señora “Diferente”, Josefina Vázquez Mota, regresaba al escenario político nacional en tiempos en que el caldero está que hierve. Por muchas cosas, es interesante pensar en cómo va aterrizar esta noticia en nuestro Estado.
¿Porque es relevante para mí el tema? Básicamente, porque creo que el PAN prepara una limpia a fondo, luego de rotundo fracaso que fue perder la presidencia de la republica. En Tamaulipas el albiazul como otros partidos, también debe estar pensando en “cambiar”, si es que quiere competirle al PRI en las elecciones gubernamentales que siguen.
Aunque falta un tramo para que esto llegue, con las pifias que ha cometido el gobierno federal aguijoneando al pueblo, es fácil adivinar porque el partido gobernante en Tamaulipas no goza de muy buena simpatía. Por otro lado, pensar en que el PRI pierda la gubernatura, dirían muchos es descabellado, yo apuntaría… Pero no imposible.
Recordemos que dentro de algunos años, los votantes según el IFE serán los jóvenes; si esos que ahora tienen entre 16 y 18 años y que desdeñan al sistema político porque fueron excluidos. Ellos prefieren enardecerse con el futbol aunque sea unos instantes, pero se informan en las redes sociales, el último eslabón que el autoritarismo no ha podido alcanzar. Por eso digo. El balón como la política… Puede rodar para cualquier lado.
En fin.