Ayer en la Delegación Federal de la Sedesol, se llevó a cabo el necesario relevo del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), así se dio posesión como Delegada en Tamaulipas a Luz Elena Rodríguez Rodríguez.
El director de delegaciones del INAPAM, Joel Clímaco Toledo, acompañado por el delegado de la Sedesol, Edgar Melhem Salinas, dio posesión a la nueva funcionaria. Durante el evento Clímaco Toledo, explicó que uno de los compromisos del gobierno federal es lograr un desarrollo integral para los adultos mayores, es por ello que se debe redoblar el esfuerzo en beneficio de este sector de la población.
Rodríguez Rodríguez, es Química Farmacobióloga, contando con experiencia al frente del Sistema del Desarrollo para la familia (DIF) Municipal de San Fernando, además de haber laborado en clínicas y hospitales del Sector Salud de Tamaulipas. Un reto que deberá remontar, es lograr una mejor relación y fortalecimiento de la Población de Adultos mayores en Tamaulipas, conjuntamente con el DIF de Tamaulipas.
Recordemos que el próximo primero de octubre del 2013, se celebrará el Día Internacional del Adulto Mayor, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y respaldado por México y la mayoría de países miembros de la ONU.
México es todavía un país con población joven, pero las cifras dejan claro que al reducirse el crecimiento demográfico e incrementarse la esperanza de vida (antes hasta 65 años, ahora 80 años) la tendencia a seguir es la misma de todo el mundo: el envejecimiento.
La ONU define como adultos mayores a los ciudadanos de 65 años en adelante en los países desarrollados y de 60 años y más en los países en desarrollo.
México tiene más de 10 millones de mexicanos de 60 años o más, de una población total de 112 millones en 2012. Para la seguridad social en nuestro país se establecen 65 años, en el 2010 se registró un crecimiento diario de 790 nuevas personas mayores, pasando a un crecimiento diario para 2020 de 2 mil 400 nuevas personas mayores. La esperanza de vida al nacer ha aumentado 20 años desde 1950; en 2011 es de 76.5 años y en 2015 se espera llegar a los 80 años.
En 2000, había 600 millones de personas de la tercera edad en el mundo. En 2050, habrá 2 mil millones de personas de la tercera edad en el mundo.
Así, nuestra población envejecida, tanto de hombres y mujeres, sin distinción de género, desean y aspiran a seguir siendo “activos y productivos”, rechazan la exclusión y la marginación, y demandan el lugar que merecen en México y Tamaulipas.
En Tamaulipas existen 208 mil 240 familias -según registros oficiales del INEGI- que son sostenidas por una mujer y cerca del 10% de los tamaulipecos, están en el segmento de Adulto Mayor. Lo que es más, en este grupo predominan las familias con mayores cargas de hijos, adultos mayores, personas con alguna discapacidad, retos que se magnifican en medio del entorno.
Por si fuera poco, la estadística precisa que 52 mil, de esas familias, sobreviven con ingresos que se encuentran por debajo de un salario mínimo general y en consecuencia padecen de pobreza alimentaria.
Cuando se reduce la fecundidad y su tendencia se combina con un aumento en la esperanza de vida, entonces se da un proceso de envejecimiento en el que aumenta la proporción de adultos mayores y disminuye la participación relativa de la población infantil.
Al igual que en otras partes del país, el estado de Tamaulipas transita por un proceso de envejecimiento que ha provocado cambios importantes en su estructura por edad: en 1970 el porcentaje de la población infantil (menor de 15 años) alcanza un nivel máximo (45.8%) para posteriormente experimentar un descenso continuo; paralelamente, la población en edad de trabajar (15 a 59 años) pasa de 48.6 en 1970 a 60.6% en 2010; mientras que la proporción de adultos mayores se incrementa de 5.7 a 6.5% en el periodo 1970 a 1990, las siguientes dos décadas aumentó 2.2 puntos porcentuales al ubicarse en 8.7% para el año 2010. el porcentaje de la población de 30 a 59 años aumenta de 27.2 a 36.4%, mientras que la de 60 años y más pasa de 6.5 a 8.7 por ciento.
El crecimiento diferenciado en los distintos grupos de edad provocará que la proporción de adultos mayores (60 años y más) crezca en forma significativa en los próximos años, según CONAPO, para Tamaulipas en 2013 el 9.5% de la población en la entidad tiene 60 años o más y se espera que en 2030 aumente a 15.8 por ciento; mientras que la proporción de niños (menores de 15 años) tenderá a disminuir de 27.4 a 22.4% durante el mismo periodo.
Se estima que en las próximas dos décadas (2010-2030) el grupo de 60 años y más en particular, crezca 3.79, mientras que la población infantil mostrará una tasa de crecimiento negativo de -0.41 por ciento.
En este contexto, con respecto al nivel nacional, Tamaulipas se encuentra por arriba del promedio en esperanza de vida (75.2 por 74.5 años) y con igual tasa global de fecundidad, 2.2 hijos por mujer, para el año 2013.
En Tamaulipas para 1970 se vivía en promedio 66.3 años, observándose una mayor sobrevivencia en las mujeres (68 años) que en los hombres (64.6 años); cuatro décadas después, en 2013 la esperanza de vida aumentó en 8.9 años y la sobrevivencia en las mujeres amplía su brecha a 5.7 años respecto a la de los hombres.
La transición demográfica ha llevado a dos procesos que marcan desafíos muy puntuales para mejorar la calidad de vida de la población, uno de ellos es el proceso de envejecimiento que lleva a fortalecer el sistema de seguridad social y de salud orientada a una población que en las próximas décadas aumentará el monto de adultos mayores.
El otro proceso tiene que ver con el hecho de que el volumen de población en edad de trabajar comienza a exceder visiblemente al de personas en edades no laborales (bono demográfico) lo que conlleva, de acuerdo con el Programa Nacional de Población a que “los desafíos no solo se restrinjan únicamente a la cantidad de puestos de trabajo que requieren ser creados en los próximos años, sino también aluden a la calidad de los mismos, lo que implica el reto de generar un número cada vez mayor de empleos productivos y satisfactoriamente remunerados; esto presupone, entre otros aspectos, mejorar el grado de calificación y productividad del capital humano”.
Por eso el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia diseñó y puso en marcha el Programa “Adulto Mayor” y “Mujeres con Valor” y lo ha puesto en el centro de sus prioridades como un proyecto integral de la mayor significancia.
En el concurren las más variadas dependencias: se imparten talleres laborales con visión de género, las jefas de familia al concluir su preparación reciben asesoría, apoyo y financiamiento para la instalación de micronegocios y en el transcurso de ella, son dotadas de becas y atención personalizada para sus hijos”.
Por otro lado, se registra en el CONAPO, que más de 400 mil tamaulipecos, han migrado y viven fuera del Estado, principalmente en los Estados Unidos como migrantes legales e ilegales. Se resalta este dato de CONAPO, en relación a los “Migrantes y Mujeres Jefes de Familia”, porque la mayoría de esos migrantes, son casados y tienen en Tamaulipas a sus respectivas esposas o parejas sentimentales.
Concatenando esas dos cifras, coinciden con los registros del INEGI, al tener que 208 mil familias del estado son sostenidas por mujeres y más de 400 mil familias del estado tienen sus familiares (esposos, padres, hijos, parientes) laborando en los Estados Unidos.
Es de tal importancia el registro migratorio que ha alcanzado nuestro estado, que en el año 2007 se recibieron más de 517 millones de dólares de remesas en dólares.
Por todo ello, los “Adultos Mayores” y las “Mujeres Jefes de familia” en Tamaulipas han tomado un papel primordial en la familia, sociedad, economía e incluso, en la política. Las familias unifuncionales bajo el mando de la mujer, son ahora tan importantes, como las sostenidas por los hombres.
La importancia de este hecho, abonan a los crecientes micronegocios que cada día emprenden las mujeres, en los municipios rurales y suburbanos de la entidad. El Fondo Tamaulipas, desde el año 2006 viene apoyando a través de los Créditos grupales a grandes núcleos de mujeres aglutinadas en paquetes desde 4 hasta 20 féminas.
Es tal el “boom” de micronegocios, que gracias a las mujeres y los adultos mayores, han sido exitosos estos programas, por el grado de responsabilidad, emprendimiento y buen pago, que se llegan a recapitalizar en nuevos créditos revolventes.
Es de reconocerse por estas razones, que el Sistema DIF estatal que dirige la Señora María del Pilar González de Torre, esté impulsando a los Adultos mayores y a las Mujeres Jefes de Familia con el programa “Mujeres con Valor”.
Es a través de programas productivos, y no tanto asistencialistas, como el sector público debiera intervenir en auxilio de la población más desprotegida, “enseñando a pescar y no dando el pescado”, es como con certeza podríamos salir de la pobreza. Estos son y serán los retos de Hoy y Mañana en el INAPAM y en el DIF Tamaulipas.