Por: Alejandro Echartea

El pasado 4 de septiembre visitamos a la terminal de la Ruta 12 (Blanco 10 y 16), en aquella ocasión la terminal llegaba a unos 500 metros más allá del libramiento Naciones Unidas viniendo por el eje vial norte-sur en un claro del monte justo junto a las vías del ferrocarril. Hoy, esa misma ruta se ha extendido dos kilómetros más hacia el norte siguiendo las vías en un predio completamente bardeado colocado a un costado del ejido La Presa.

El camino si bien no está en óptimas condiciones sí es transitable, para llegar ahí hay que bordear una subestación de la línea subterránea de PEMEX y pasar sobre un cruce ferroviario, al llegar, la terminal pareciera una fortaleza medieval con altos muros de 2 metros y medio bordeados con alambre de púas y la entrada es un acceso con caseta de seguridad.

Los trabajadores de esta ruta inician su llegada desde las 3:30 de la madrugada para tratar de ganar las mejores salidas durante el transcurso del día en un promedio de 7 vueltas diarias, “andamos todo el día, a la hora pico todo el tráfico nos toca a nosotros” menciona don Andrés Arellano, chofer en esta ruta.

La ruta Blanco 10 por 16 tiene un tiempo de 2 horas de duración en todo su recorrido desde que sale de este lejano punto al norte de la ciudad hasta el fraccionamiento Del Valle cruzando antes por varias colonias del sector norponiente de la ciudad y del centro, anteriormente el tiempo de recorrido era de una hora con 45 minutos, sin embargo, a fin de compensar el tiempo que representa llegar hasta este apartado lugar se concedieron 15 minutos más al recorrido, no obstante don Andrés señala que en la noche está muy oscuro el camino para llegar hasta este lugar, “está lejos, hay dos o tres gentes que se van de aquí nada más”.

Los trabajadores de esta ruta trabajan bajo el sistema de renta de la unidad lo cual significa que entre más pasaje muevan diariamente mejores ganancias les quedarán al finalizar el día, de hecho, el veterano operador del transporte comenta que desde que se autorizó el aumento a la tarifa de adultos han visto un poco más de ganancias para ellos como trabajadores, “un poquito más sí nos deja pero pues llegamos hasta las 3:30 y según como vamos llegando vamos saliendo después de las 6 de la mañana”.

“Busca uno también los mejores horarios para agarrar un poquito más pero está bien feo el trafical, el tráfico está bien feo”, aclara el trabajador.

Recuerda que para poder cumplir con los horarios los operadores de la ruta tienen establecida una penalidad de 15 pesos por minuto atrasado, “hay vueltas en que sí te pasas hasta 4 o 5 minutos”.

La Ruta 12 es una de las rutas con más movimiento de pasaje, no obstante, es en periodo de vacaciones cuando baja un poco la afluencia de usuarios del servicio, “porque casi toda la gente que uno mueve es la que trabaja, los estudiantes y todo eso y que va al centro”.

Don Andrés Arellano recuerda que empezó a trabajar en el transporte público por el año de 1993 en la ruta de las Playas, posteriormente trabajó en las Flores por 2 años pero la mayor parte de su carrera la ha realizado en la ruta 12, “en esta ruta es rara la gente que se pone grosera con uno porque no la bajan donde ellos quieren –no siempre se puede- o te piden la bajada aquí bien cerquita y no te puedes parar así, tienes que hacer un margen para que no te vayan a pegar –los automovilistas-“, aseveró.

El día laboral va terminando escalonadamente para los trabajadores de la ruta, los primeros en llegar en la madrugada son los primeros en salir por la tarde-noche, el último operador en regresar a la terminal lo hace casi a las 10 de la noche, tras hacer su reporte este procede a retirarse para regresar en unas cuantas horas -al día siguiente- a laborar nuevamente hasta 14 horas tras el volante.

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