Más allá del placer, las relaciones sexuales han demostrado tener varios beneficios para la salud, hipótesis soportada en diferentes estudios. Entre ellos se destacan, por ejemplo, el aumento de los niveles de ciertos anticuerpos y de paso fortalece el sistema inmune, a lo que se suma que según una investigación de Universidad Estatal de Nueva Jersey (EEUU), los orgasmos son capaces de bloquear el dolor.

Asimismo, otro estudio realizado en Estados Unidos entre 1989 y 2012 concluyó que tener sexo al menos una vez a la semana en una relación estable “era suficiente para hacer feliz a las personas”.

Para el caso puntual de las mujeres, entre los beneficios se destacan la prevención de disfunciones sexuales, el alivio de los síntomas de la menopausia y la reducción del riesgo de hipertensión, entre otros.

Las disfunciones sexuales, definidas como los trastornos de la excitación, el orgasmo o dolor, son más frecuentes de lo que se piensa, tanto en hombres como en mujeres. De esta forma, el autodescubrimiento y la comunicación con la pareja son algunas de las recomendaciones de los expertos para prevenir y tratar las disfunciones sexuales.
Adicionalmente, otro de los beneficios para la salud de la mujer es el aumento de la líbido y el deseo sexual, pues de acuerdo con el periódico argentino Clarín, cuánto más se practica la actividad sexual, más alto se vuelve el deseo en general.
En este sentido, para Ana Lombardía, experta en salud y bienestar sexual, citada en el mencionado medio de comunicación, “este es un problema común en mujeres: por lo general, ellas suelen tener mucha mayor carga mental en su vida diaria, lo que suele hacer que el sexo quede relegado a un segundo plano y el deseo sexual aparezca con menos frecuencia”.
Por otra parte, a esta lista se suma que alivia los síntomas de menopausia, ya que en esta etapa el nivel de estrógenos disminuye significativamente. De igual forma, mantener relaciones sexuales puede ser útil para aumentar la autoestima.

Por último, investigaciones también han demostrado que esta práctica-ligada a los orgasmos- alivia el insomnio, pues estaría asociado a la capacidad de dormirse más rápido y tener un sueño de mejor calidad. De hecho, el estudio asegura que “8 de cada 10 hombres suelen reportar que el coito los induce a la relajación y al sueño. En el caso de las mujeres, solo el 45%”, según cita Clarín.