Regla dolorosa: ¿cuándo hay que consultar al médico para descartar problemas graves?

El dolor leve durante la menstruación es normal, pero cuando este se vuelve más intenso es hora de consultar con el médico para que descarte trastornos graves.

Aproximadamente una de cada tres mujeres españolas, sobre todo adolescentes y jóvenes adultas, sufren dolor menstrual o dismenorrea, es decir, sienten un dolor intenso en la parte baja del abdomen o a nivel pélvico, antes de la menstruación o mientras dura. Un dolor que también puede irradiarse en la zona lumbar o hacia las piernas.

Estamos frente a una cuestión que ha llegado incluso a la política española en forma de una nueva ley que por la que se aprueba la baja laboral para reglas dolorosas, una medida pionera que entrará en vigor en 2023. Esta nueva ley recoge la salud menstrual como parte del derecho a la salud y concreta que tiene que ser igual para todas.

Cuando el dolor es ‘normal’

Durante el ciclo menstrual, en el revestimiento del útero se acumula con sangre y tejido para prepararse para el embarazo. Cuando esto no ocurre, los niveles de estrógeno y progesterona bajan, provocando la menstruación y el desprendimiento del revestimiento del útero.

Los músculos del útero se contraen para ayudar a eliminar la sangre y el tejido, corta el suministro de sangre y oxígeno al útero y este libera sustancias químicas que desencadenan la sensación de dolor.

Los síntomas varían según cada mujer. En la mayoría de los casos, suele ser un dolor agudo y espasmódico, aunque también es común un dolor continuo y sordo, según describe la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Puede aparecer aislado o con otros signos como náuseas o vómitos, así como dolor de cabeza, diarrea e irritabilidad.

Estos síntomas pueden ser más agudos en los primeros días de la regla y suelen variar con cada periodo, es decir, unos meses puede doler más que otros. Los expertos de la SEGO clasifican la dismenorrea en dos:

  • Dismenorrea primaria: aparece entre los 6 y 12 meses después de la primera regla, en mujeres de entre 17 y 25 años. Responde a la acción espasmódica de las prostaglandinas, unas moléculas que hacen que el útero se contraiga y se restrinja el flujo sanguíneo, lo que provoca dolor, que suele asemejarse al de un cólico, con una duración de entre 24 y 48 horas tras el inicio de la regla.
  • Dismenorrea secundaria: suele afectar a mujeres mayores de 30 años, que han tenido hijos, y puede deberse a una enfermedad subyacente, como endometriosis o miomas. El dolor suele ser más continuo y aparece una semana antes de la regla.

En la mayoría de los casos de dismenorrea, el dolor no se alarga más de los dos días y acostumbra a ceder con un analgésico, aunque en ocasiones puede ser necesario usar estrógenos y progesterona (hormonas sexuales femeninas) bajo prescripción médica. En este artículo  te explicamos algunos trucos para aliviar el dolor de regla de forma natural.

Dada la amplia variedad en el tipo y la frecuencia menstrual surgen dudas sobre cuánto dolor es normal y cuándo indica que hay algún otro problema detrás.

¿Qué puede haber detrás de un fuerte dolor menstrual?

Aunque tener dolor menstrual es frecuente y común, no es normal tener un dolor invalidante que modifique el día a día. En estos casos, es importante acudir al médico, sobre todo si hay sangrado abundante o si aparece dolor en las relaciones sexuales, para descartar que haya otros problemas detrás como:

  • Endometriosis: es una enfermedad que afecta al 10-15% de mujeres en edad reproductiva. Esta patología ginecológica, que puede tardar años en diagnosticarse, consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial en otras zonas fuera de la cavidad uterina. La endometriosis suele provocar síntomas como menstruaciones dolorosas, dolor pélvico crónico, relaciones sexuales dolorosas, quistes en los ovarios e infertilidad.
  • Miomas: son tumores benignos sólidos que se desarrollan en la pared del útero a modo de capas y que pueden provocar síntomas como sangrados irregulares más o menos abundantes y, en consecuencia, anemias ferropénicas. En algunos casos es necesaria una intervención quirúrgica para reducir los síntomas que provocan. Si el tamaño del tumor es grande, puede comprimir los órganos vecinos y provocar dolores que afectan a las relaciones sexuales, pesadez o micciones constantes.
  • Ovario poliquístico: igual que los miomas, se trata de formaciones benignas en la pared del útero, aunque el tejido que lo conforman no son lo  mismo. Los pólipos se generan con tejido endometrio, mientras que los miomas son una formación músculo uterino, que los hace más pesados.

Por tanto, es muy importante buscar ayuda médica cuando el dolor:

  • No remite con medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) , por lo que puede ser un síntoma de algo más grave.
  • Empeora con el tiempo y se irradia hacia otras zonas del cuerpo.
  • Es intenso y afecta al día a día.
  • Uno de los síntomas más frecuentes del ovario poliquístico es sangrando abundante y molestias abdominales,
  • Aparece cuando no hay menstruación.

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