Si te sientes preocupado por un molesto dolor en la espalda, es momento de saber qué es la lumbalgia y cómo puede afectarte a corto y largo plazo.
Seguramente has escuchado hablar sobre esta afección, pero no sabes las complicaciones que puede tener, o bien, no sabes lo que implica. Es por ello que te explicamos lo que dicen los expertos.
¿Cómo sé que tengo lumbalgia?
Primero que nada, es importante que sepas que la lumbalgia es un trastorno doloroso o molesto que es muy común en las personas adultas y se puede detectar como un malestar leve o muy fuerte que impida realizar las actividades diarias.
Además, las causas más comunes suelen ser:
Sobreesfuerzo: Los expertos señalan que cargar objetos pesados incorrectamente, realizar movimientos repetitivos o mantener posturas inadecuadas durante largos periodos puede derivar en la afección.
Problemas en los discos intervertebrales: Estos se conocen como pequeños amortiguadores entre las vértebras, pero si se desgastan o se hernian, pueden causar dolor e inflamación.
Artritis: Esta afección degenerativa también puede afectar las articulaciones de la columna vertebral y causar dolor y rigidez.
Estrés: El estrés crónico puede tensar los músculos de la espalda y contribuir al dolor.
¿Cuáles son los síntomas de la lumbalgia?
Ahora que sabes qué es la lumbalgia y cuáles son las causas más frecuentes, es momento de compartirte cuáles son los síntomas con los que podrías identificar la afección.
La Biblioteca Nacional de Medicina comparte que este trastorno puede identificarse con algunas señales y menciona que una lesión podría ocasionar la sensación de hormigueo o ardor.
También podría manifestarse con dolor sordo o agudo y, aunque inicialmente puede aparecer como una molestia leve, a largo plazo puede volverse intenso e impedir la capacidad de moverse.
Asimismo, se menciona que la causa del dolor de espalda puede complicar las molestias, ya que también puede extenderse y sentirse en otras partes del cuerpo, como la pierna, cadera y la planta del pie.
Puedes aplicar un poco de calor o hielo en la zona del dolor para la desinflamación, durante las primeras 48 a 72 horas, así como tomar analgésicos de venta libre como ibuprofeno.
Recuerda que, si es necesario, debes acudir con un especialista y seguir el tratamiento correspondiente para evitar afecciones a largo plazo.
La lumbalgia es la presencia de dolor en la región lumbar, a saber, del borde inferior de las costillas y los glúteos.
Puede durar poco tiempo (aguda), algo más (subaguda) o mucho tiempo (crónica), y afectar a cualquiera.
La lumbalgia dificulta el movimiento y afecta la calidad de vida y el bienestar mental, y puede limitar las actividades laborales y la interacción con familiares y amigos.
Hay dos tipos de lumbalgia: específica e inespecífica.
En la específica, hay presencia de dolor ocasionado por alguna enfermedad o problema estructural de la columna vertebral, o bien, dolor que irradia desde otra parte del cuerpo.
En la inespecífica no se puede precisar una enfermedad concreta o una causa estructural para explicar el dolor.
Alrededor del 90% de los casos corresponden a lumbalgia inespecífica.
Magnitud del problema
La lumbalgia, que tiene la prevalencia más elevada a nivel mundial entre las afecciones osteomusculares, es la principal causa de discapacidad en todo el mundo.
También es la afección en que la rehabilitación puede beneficiar al mayor número de personas.
Las personas de cualquier edad pueden padecer lumbalgia, incluidos los niños y los adolescentes. Casi todas las personas padecen lumbalgia en algún momento de la vida.
l número máximo de casos se presenta entre los 50 y 55 años de edad, y las mujeres la padecen con mayor frecuencia que los hombres.
La prevalencia de la lumbalgia y las consecuencias de la discapacidad que produce son mayores entre las personas de 80 a 85 años.
Los episodios recurrentes de lumbalgia son más comunes a medida que se envejece.
En todo el mundo, la lumbalgia crónica es una causa importante de pérdida del trabajo, restricción de la participación en actividades y disminución de la calidad de vida.
Habida cuenta de su elevada prevalencia, representa una enorme carga económica para la sociedad. Se debe considerar un problema de salud pública mundial que exige una respuesta adecuada.
Signos y síntomas
La lumbalgia se presenta como un dolor sordo o agudo y también puede ocasionar que el dolor se irradie a otras partes del cuerpo, sobre todo las piernas.
Cuando la lumbalgia restringe el movimiento, puede afectar la participación en el trabajo, la escuela y la comunidad.
Asimismo, puede ocasionar trastornos del sueño, estado de ánimo deprimido y angustia.
La lumbalgia puede ser aguda (dura menos de 6 semanas), subaguda (6 a 12 semanas) o crónica (más de 12 semanas).
En la mayoría de los casos de lumbalgia aguda, los síntomas desaparecen por sí solos y casi todas las personas tienen una buena recuperación, pero en algunas personas los síntomas persisten y se vuelven dolor crónico.
Las personas con lumbalgia también pueden sentir dolor en las piernas relacionado con la columna vertebral (llamado a veces ciática o dolor radicular), que suele describirse como una sensación sorda o una sensación aguda de descarga eléctrica.
El tratamiento de la lumbalgia depende de la naturaleza del dolor y de si es inespecífica o específica.
En el caso de la lumbalgia específica, el tratamiento se centra en tratar la enfermedad subyacente que ocasiona el dolor.
Algunos tratamientos para la lumbalgia inespecífica son:
fisioterapia para mejorar la fuerza muscular y la capacidad de moverse y reanudar la actividad física y el ejercicio; apoyo psicológico y social para ayudar a las personas a controlar el dolor y reanudar las actividades que disfrutan; reducir la tensión durante el trabajo físico; y cambios en el modo de vida, entre ellos, aumentar la actividad física, una alimentación saludable y buenos hábitos de sueño.
¿Qué es la lumbalgia? El trastorno que no solo aparece por cargar cosas pesadas
