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El cantante grupero aseguró que el mismo cariño que tiene por su familia, lo tiene por el público, el escenario que pisa, por su tierra natal Chiapas y por Mazatlán, ciudad que lo vio nacer como cantante. Ese inmenso afecto lo refleja ante el micrófono con el que proyecta empatía y sencillez, características de los guerreros y luchadores incansables.
Julión platicó con BASTA! de las enseñanzas aprendidas en su infancia, su apego a la tierra, a los animales, al hogar, al trabajo, elementos que lo hacen garantía para entrar en el gusto del público y lo que lo transforma en la opción segura de empresarios con llenos absolutos, siendo hoy por hoy el artista en el género regional mexicano más rentable en la industria del entretenimiento en México y Estados Unidos.
GENTE DE BIEN, RESPETUOSA DE LO AJENO
››¿En qué basas tu éxito, Julión?
En trabajo y trabajo, dedicación, muchas ganas; intención de llegar al gusto del público.
››¿Qué principios te inculcaron tus padres?
Para empezar, ser una persona de bien. En casa siempre nos apoyaron para ser profesionistas, estudiados, cosa que no logré. De los cuatro hermanos, soy el único que no terminó los estudios. Me dediqué a la música al 100. Llegué al cuarto semestre de ingeniería mecánica. Nos inculcaron el respeto a los mayores y los buenos comportamientos. Mi padre me aconsejó algo que siempre está presente: lo ajeno siempre hay que respetarlo. Mi amá hasta la fecha siempre me dice: Pórtese bien mijo, pórtese bien.
››¿Fuiste inquieto de niño?
Me cuentan que fui muy travieso, que me llevaba todo a la boca y que agarraba los desarmadores, tenedor o lo que hubiera y los metía en los enchufes de la luz. También me dicen que me trepaba a los tractores, los arrancaba y andaba metiendo mano donde fuera.
››¿Cómo balanceas lo laboral y lo familiar?
Ahora estoy más consciente y tengo en mente que es tiempo de trabajar. Somos un proyecto muy afortunado, con mucho trabajo, con muchos éxitos, y por el momento la familia nos entiende, nos espera. Y si Dios lo permite, hay tiempo para todo.
››¿Cómo te enamoró tu esposa?
No sé si fue a primera vista, pero es una mujer que me gustó mucho desde que la vi. Me gustó mucho cómo ve a sus sobrinos, cómo cuida a los animalitos, cómo trata a los demás. Es lo que más me enamoró. Si trata así a los demás, entonces imaginaba que me iba a tratar mejor a mí.
CARIÑOSO, ATENTO Y BESUCÓN
››¿Cómo la enamoraste tú?
A abrazos y besos. No soy muy detallista, soy muy cariñoso. Soy atento y me gusta estar abrazando y besando.
››¿Eres religioso?
Católico a mi manera; no sigo la religión tal cual. Me la heredaron, creo en Dios, me encomiendo a Dios a mi manera. Tengo añales que no me confieso, meses que no voy a una misa, pero creo que no necesito de terceros para comunicarme con Dios.
››¿Le ruegas a algún santo de tu devoción?
A uno en particular, no. Mimoso, compañero músico, me regaló un San Juditas y lo traje mucho tiempo, ahora lo tengo en la casa. También en la casa tengo una Virgen María, que bendijo el Papa Juan Pablo Segundo, y tiene ahí su certificado. Siempre entrando o saliendo de la casa la veo y a veces le agradezco y le digo, ahí nos vemos, como si me escuchara.
››¿Como embajador honorario de Chiapas, qué le recomiendas a la gente para visitar?
Estoy enamorado de mi tierra. Mi pueblo es rural, no es turístico como San Cristóbal, Palenque, Las Cascadas de Agua Azul, El Cañón del Sumidero, Las Nubes, La Reserva del Triunfo. Es un estado muy tranquilo, aunque de pronto se escuchan movimientos, bloqueos y no dejan de ser tapones de calles, pero hace falta que se pongan de acuerdo quienes ahí traen sus rollos.
››¿Has pensado en tener hijos con tu esposa?
Sí, y pienso que es una responsabilidad muy fuerte. Me gustaría tener el tiempo para poder vivir el antes, el durante y naturalmente cuando nazcan, y gozar el crecimiento cuando suceda.
››¿Sabes que eres un producto comercial?
Sé que somos un proyecto muy productivo en cada ciudad que nos paramos. Me lo hicieron ver. Sabes qué Julión, gracias a que vienes, se movieron taqueros, taxistas, los que pintan las bardas, a las radiodifusoras se les compró publicidad y me digo: Ay, caray sí es cierto. Somos más de 100 gentes las que nos movemos ahorita de aquí para allá.
››¿A qué le tienes miedo?
A la muerte, pero no a que me muera yo, sino que se vayan los cercanos: papá, mamá, hermanos. Los amigos y todo mi equipo de trabajo que estamos cuatro días a la semana en carreteras, en aviones para todos lados. Ese es mi mayor pendiente.