Según reseña de un colaborador de la producción de Lucero Suárez, la joven de 26 años ha comenzado a significar una lata para sus compañeros debido a sus desplantes.”Hace algunos días hizo un berrinchito debido a que llegó al área de maquillaje y se dio cuenta de que la silla en la que debía sentarse para prepararla estaba mal acomodada, entonces le llamó con gritos a uno de los cordinadores y le reclamó, le dijo que cómo ella iba a usar una silla chueca, que la cambiaran de inmediato”.
Según las referencias, el hecho no es la primera exigencia por parte de Pimentel. “Se ha puesto muy exigente con la cuestión de la gente que la arregla, pide que solamente ciertos maquillistas o estilistas sean quienes la apoyen, no acepta a nadie más bajo ninguna circunstancia”, dijo.