Diez años sin él, sin el rey del pop. El 25 de junio de 2009, Michael Jackson moría repentinamente, dejando a sus seres queridos y a sus millones de fan sumidos en una profunda tristeza. Una intoxicación aguda de propofol y benzodiazepina acababa con su vida y ponía a su médico, Conrad Murray, en el punto de mira, siendo finalmente condenado por homicidio por el Tribunal Superior de Los Ángeles.

Ahora, una década después, su publicista, Raymone Bain, ha afirmado que Michael tenía un testamento redactado tres años antes (2006) de su muerte muy diferente al que han utilizado redactado en 2002, pensado que en este estaban sus últimas voluntades.

Durante una conferencia de prensa en la ciudad de Nueva York, Bain afirmaba: «Michael Jackson ha sido una víctima desde el día de su su muerte, y es hora de que esto se detenga”. Su publicista se refiere a esa gran deuda, principalmente con Sony, de casi 453 millones de euros que se siempre ha planeado sobre la cabeza de la desaparecida estrella. A pesar de esta comentada deuda, el intérprete de Thriller había amasado una gran fortuna y en el momento de su muerte ésta estaba estimaba en 892 millones de euros.

Bain ha afirmado que fue testigo de cómo el rey del pop rubricaba ese testamento de 2006 que reemplazaría al de 2002, pero que en el momento de la muerte del cantante este desapareció. «He deseado, he esperado y he rezado para que el testamento de Michael Jackson con fecha del 6 de octubre de 2006 sea encontrado, revelado, descubierto y puesto de manifiesto”.

Afirmando con total seguridad que este escrito existe y que él fue testigo de cómo Michael lo firmaba ante notario, el publicista también ha puesto de manifiesto su indignacion al no haber ninguna beca, cátedra, estudio de grabación o fundación con el nombre del artista, quien dejó su fortuna a un fideicomiso familiar y nombró a su madre Katherine como la tutora legal de sus tres hijos; Prince, 22, París, 21 y Blanket, 17.