Recuerdo que hace algunos años, cuando aún era presidente de México, el repudiado de  Felipe Calderón, dijo en un evento donde por cierto lo acompañaba la hoy encarcelada Elba Esther Gordillo, que en México las plazas de los maestros  no se venden ni se compran, ni se heredan ni se transan.

¡Ja ja ja! Recuerdo que me dio mucha risa cuando escuchaba en el noticiero lo que decía nuestro presidente. Pues para nadie es un secreto, todas las tranzas y movidas que existen con  las plazas y las horas asignadas a los profesores.

También es de risa o de coraje, que la Secretaría de Educación de Tamaulipas, le diga a más de 2 mil aspirantes que buscan una plaza de maestro, a que vayan a otros estados del país a concursar por qué no van a alcanzar espacios para todos.

El titular de la SEP en nuestro Estado, Diódoro Guerra Rodríguez, dijo que en la entidad se espera que se inscriban 2 mil 500 aspirantes, pero sólo se concursarán 116 plazas y 551 horas.

Añadió y dijo, que según su punto de vista, existe un espíritu de superación de los jóvenes maestros que pueden salir a presentar su examen a otra entidad.

Desde este espacio, le diría al Secretario de Educación, que claro que existe espíritu y ganas de salir adelante de muchos chavos que egresan de la universidad o de la normal.

El problema es que no existen suficientes empleos para todos y lo más grave, es que la corrupción y los influyentismos son los que en muchas ocasiones deciden quien trabaja y quién no.

En relación a lo que dice el Secretario, de que no hay suficientes plazas en el Estado para todos los que concursan, le diría que lo más seguro es que si existan las suficientes para los maestros bien preparados y que seguramente merecerían tener un lugar en las aulas.

Lo malo, es que quien sabe a qué  hijos o familiares de que personas las vayan a repartir los lugares por los que se concursarán, es muy descarada la forma en que se manejan estos asuntos de las plazas.

Incluso me constan casos, donde hijos de directoras o directores de escuelas, cobran como maestros sin ni siquiera haber terminado una carrera y sin hacer nada, simplemente cobran por ser hijos del director.

Que no quieran echarnos mentiras, que digan la verdad y que en realidad se haga algo por acabar  de una vez por todas con todo el cochinero de la venta de plazas y de horas para los maestros.

Mientras tanto, eso de que las plazas de maestros se las ganan los mejor preparados, seguirá siendo un mito.