CIUDAD DE MÉXICO.- (El Universal).-  María Elena Álvarez-Buylla, directora general del Conacyt, informó que de 2013 a 2018, periodo del gobierno de Enrique Peña Nieto, por medio de fideicomisos y de apoyos fiscales vía Conacyt, se transfirieron 41 mil 624 millones de pesos a empresas privadas.

En conferencia de prensa que encabeza el presidente López Obrador, la titular del Conacyt detalló que entre estas empresas beneficiadas se encuentra Bimbo, IBM, Intel, Kimberly-Clark, Whirlpool, Volkswagen, Monsanto, Bayer, Mabe, Femsa Logística y Honeywell.

“Nos encontramos y están muy ligado al uso discrecional, opaco, a partir de los fideicomisos, es que se habían realizado de 2013 a 2018, transferencias millonarias al sector privado, vía Conacyt y podemos ver que solamente a través de los fideicomisos se transfirieron más de 15 mil millones de pesos y a través del programa PEI, que es un programa fiscal que todos los años se iba alimentando, más de 26 mil millones de pesos para dar un total de 41 mil 624 millones de pesos transferidos directamente de Conacyt a empresas”.

“¿A qué empresas? algunos ejemplos, algunas de ellas son trasnacionales como IBM, Monsanto, Bayer, Kimberly-Clark, pero están algunas empresas grandes nacionales como Volkswagen, Mabe y en este rubro, en este conjunto de empresas recibieron un total de 891 millones de pesos de recursos público”.

En Palacio Nacional, María Elena Álvarez-Buylla señaló que el análisis que se ha hecho en el Conacyt “cuesta trabajo” justificar la entrega de estos recursos públicos gestionados desde Conacyt para fines científicos.

“Esto quiere decir que globalmente en el sexenio pasado 44% de todos los recursos gestionados desde Conacyt supuestamente para desarrollo científico y tecnológico y de innovación no fue el sexenio de mayor eficiencia de innovación, fueron transferidos la sector privado y el 56% al sector público”, dijo.

Al tomar la palabra, Jorge Nuño Lara, titular de la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), señaló que en febrero de 2020, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) publicó un informe de auditorias especiales en donde se encontró que en los fideicomisos había una falta de elaboración de estudios de mercado en los procedimientos de adjudicación directa de los contratos de obra y servicios, falta de entregables por parte de los proveedores que ampare el cumplimento de las obligaciones del contrato.

“En las bitácoras de obra de aquellos que eran proyectos de infraestructura no se registraron actividades que evidencien que se dio seguimiento a la ejecución de los trabajos”.

El funcionario de la SHCP también detalló que se encontraron deficiencia en la elaboración de los términos de referencia, formalización extemporánea de convenios modificatorios y falta de formalización de las actas de finiquito y deficiente planeación y programación, incumplimiento de los objetivos de los proyectos”.