Por José Gregorio Aguilar

A un costado de la Central de Autobuses, por la prolongación Berriozábal y Boulevard Fidel Velázquez, se respiran, desde hace muchos meses, fuertes olores fétidos que provienen de las aguas negras de drenaje tal como se puede apreciar en las imágenes de esta nota informativa.

Los malos olores afectan no solo a los vendedores de antojitos mexicanos y hot dog instalados en ese lugar, sino a los taxistas y al resto de los negocios ubicados en ese sector y, por supuesto, a los cientos de personas que transitan diariamente por ahí.

En esos puestos al aire libre llegan todos los días decenas de clientes a consumir esos alimentos y tienen que soportar esos fétidos olores que despide esa agua insalubre que se mezclan con la comida.

Y aunque a todas luces ese sitio se ha convertido en un foco de infección, en donde los comerciantes conviven diariamente con esas aguas contaminadas, ninguna autoridad municipal se ha preocupado por solucionar este problema que empezó, cuando menos, desde el año pasado.

Cabe mencionar que los vendedores ambulantes o semifijos de ese sector ya han reportado en incontables veces el intenso olor nauseabundo que proviene de las aguas del drenaje pero la autoridad ha hecho caso omiso.

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