Por: Alejandro Echartea
“Mi nombre es Ignacio R y pertenezco a la comunidad de Alcohólicos Anónimos, quiero darle gracias a Dios por este día que me permite estar sin alcohol”… así se escuchaba la tarde de ayer domingo en el patio central de la Escuela Secundaria Federal #3 en la colonia Independencia, lugar donde el grupo ’24 horas’ de Alcohólicos Anónimos celebró su 22 aniversario de prestar auxilio a los hombres y mujeres víctimas de esta enfermedad.
La corriente ’24 horas’ de AA nace en el año de 1935 pero apenas cumple 22 años prestando sus servicios en esta ciudad capital, mencionó el secretario de la agrupación Alfredo Rangel, “nuestro grupo trabaja con tres lineamientos, el primero de ellos es proporcionar servicios gratuitos, la estancia es voluntaria y el respeto a la integridad humana”, indica en medio de los familiares de los enfermos en rehabilitación.
“Contamos con un albergue para aquella persona -hombre o mujer- que ya no puede convivir en su medio hábitat con su familia”, dice el secretario de la agrupación y destaca que este albergue cuenta con todo lo necesario para ayudar en la recuperación del alcohólico o drogadicto en un período de internamiento de tres meses, “después de esto se les sugiere que sigan asistiendo a sus reuniones para evitar la recaída y manejar todo tipo de problema emocional”.
El alcoholismo es una enfermedad que no respeta religión, sexo, raza ni posición social, “esto es una enfermedad diagnosticada por la Organización Mundial de la Salud –OMS-, que es una enfermedad progresiva y mortal por necesidad”, no obstante que son los varones el sector poblacional que presenta este mal con mayor frecuencia, en los últimos años se ha visto un incremento en el sector femenil tal es la situación que de cada 10 casos de alcoholismo en el mundo 4 son mujeres, “mucha gente se ha recuperado, como dice el lema el día de hoy ‘Fuente de Vida y Paz’, en donde muchos alcohólicos han salido adelante”.
Vuelven a nacer
Alfredo Rangel mencionó que de entre todos los casos que ha presenciado no podría destacar uno en específico ya que al llegar a rehabilitación los internos es porque ya han tocado fondo, “llegan en un estado muy complicado al borde de perder la vida, como decimos en nuestra comunidad ‘si queremos ver los milagros en AA se ven los milagros’ porque llegan desquiciados y vuelven a nacer”.
Durante su testimonio el señor Ignacio R comparte, “no me di cuenta de cuándo me convertí en un alcohólico y a empezar a sufrir de delirios, a ver cosas, oír cosas, sentir cosas que no existían… a dañar a mi familia y a pensar que continuando alcoholizado era la solución para esos delirios”.
Una expresión llena de orgullo se dibuja en los rostros de las familias al escuchar a sus seres queridos dar testimonio de su enfermedad, “en términos generales al ser humano no le gusta perder o aceptar que está equivocado… como en el caso del alcoholismo siempre trata de justificar su forma de beber, argumenta que no tiene problemas con el alcoholismo y la drogadicción”, comparte Salomé F.
Con cada testimonio viene seguido un caluroso aplauso, las esposas, los hijos -toda la familia-, ven las sombras del pasado cada vez más lejano y agradecen la nueva oportunidad de enfrentar la vida unidos y en armonía, “aquí empecé a vivir una nueva vida cuando salí de mi anexo cambió mi vida totalmente, hoy le doy las gracias a Dios que mi familia me acompaña en estos eventos importantes, que no les de vergüenza”, comparte Hermelindo H.
El albergue del grupo ’24 horas’ de Alcohólicos Anónimos se encuentra ubicado en el 24 y 25 Belisario Domínguez #821-B del fraccionamiento Adelitas, cualquier persona que esté interesada en recibir auxilio para salir de esa penosa enfermedad puede comunicarse al teléfono (834) 314- 3423 ya que como señala el dicho de esa asociación, “para ser miembro de Alcohólicos Anónimos solo se necesita el deseo de dejar la bebida”.