El portero retirado Adolfo Ríos logró forjar una gran carrera en el futbol mexicano, principalmente por lo logrado como guardameta del América, aunque como muchos saben, su historia en este deporte comenzó como jugador de los Pumas de la UNAM, club al que llegó desde muy joven junto al también ex arquero y leyenda del balompié nacional Jorge Campos.

En una plática con Luis García y Christian Martinoli, el nacido en Uruapan, recordó una amarga anécdota con Jorge Campos cuando ambos vivían en la antigua casa club de Pumas ubicada en Revolución, donde unos asaltantes aprovecharon una salida nocturna de Jorge Campos para hacerles pasar unos minutos de auténtico infierno.

“En una ocasión, Jorge Campos le gustaba de repente llegar un poquito tarde a la casa club. Y ya teníamos un poquito definido quiénes estaban en sus habitaciones, entonces en la noche cada quién tenía la llave de su propia habitación y un día yo empiezo a escuchar sonidos extraños, ya después de las 11 de la noche, ya para mí era una desvelada”, compartió Adolfo en una videollamada.

Después todos los integrantes de las categorías inferiores que habitaban en dicho complejo, se percataron que unos ladrones habían ingresado justo cuando Campos metía su exótico coche Datsun por la cochera.

“Entonces escucho que querían abrir la puerta de la cochera y me empiezan a tocar a mi puerta, les decía ‘qué necesitan’ y me decían ‘necesitamos que abras la puerta, Adolfo’. Después ya vi que se habían metido. Cuando Jorge iba llegando y cuando quiso meter su coche, se metieron unos malandrines con él y nos apañaron a todos en la casa club, nos amarraron, nos robaron todo lo que teníamos”, recordó.

A punta de pistola sometieron a los jugadores y les robaron todas sus pertenecías. Acababan de volver de una gira de Estados Unidos con ropa y tenis nuevos; todo les fue robado.

Ríos recuerda que los ladrones iban por el coche de Jorge Campos, pero el portero se encontraba nervioso y no supo donde habían quedado sus llaves, por lo que Adolfo decidió entregarles su coche para que los dejaran libres.