El Dr. Alejandro Meretta, (MN 65.971) reconocido médico cardiólogo, alertó hoy en su columna sobre un fenómeno creciente en el ámbito de la cardiología: pacientes que experimentan síntomas típicos de enfermedades coronarias sin presentar obstrucciones en sus arterias. “El 50% de los cateterismos que realizamos por síntomas de obstrucciones no muestran obstrucciones,” comentó, lo que implica un desafío importante tanto para pacientes como para profesionales de la salud.

Durante el programa de la mañana, que cuenta con la conducción de Gonzalo Sánchez, Carolina Amoroso, Ramón Indart y Cecilia Boufflet, el Dr. Meretta explicó que muchos pacientes sufren de condiciones conocidas como INOCA y ANOCA, términos que describen situaciones donde, a pesar de los síntomas de isquemia, las arterias coronarias no presentan bloqueos visibles. Estos casos se diagnostican a través de pruebas avanzadas que evalúan el flujo en los vasos sanguíneos más pequeños, a menudo utilizando materiales radioactivos para obtener una imagen detallada.

Según Meretta, este tipo de diagnóstico representa un problema emergente en la cardiología. Años atrás, ante la ausencia de obstrucciones evidentes, los médicos consideraban que el paciente no estaba enfermo. Sin embargo, la investigación actual ha revelado que las alteraciones en la microvasculatura —los diminutos vasos que alimentan el corazón— son responsables de los síntomas, a pesar de no ser visibles en un cateterismo tradicional.

El Dr. Meretta enfatizó que estos cuadros son “muy demandantes” y afectan significativamente la calidad de vida de quienes los padecen. “Los pacientes que tienen estas condiciones son muy difíciles de manejar debido al dolor crónico que experimentan,” afirmó. Los diagnósticos precisos, realizados con pruebas que miden el flujo en los pequeños vasos, son cruciales para iniciar un tratamiento adecuado.

El impacto de estas condiciones es particularmente notorio en mujeres mayores de 50 años, aunque también afecta a hombres. Un estudio escandinavo citado por Meretta indica que el 60% de las mujeres y el 35% de los hombres que se someten a un cateterismo debido a síntomas coronarios tienen arterias sin lesiones visibles. Este fenómeno ha generado un debate sobre el uso excesivo de stents en pacientes que continúan experimentando dolor debido a la microvasculatura afectada, no a las arterias principales.