“Prefiero ir a un juicio oral, no me interesa negociar un procedimiento abreviado. No soy culpable”, dijo Rosario Robles poco antes de volver a la cárcel en la que ya lleva más de un año presa.
Con sus palabras concluyó ayer la audiencia judicial en la que, una vez más, un juez federal rechazó cancelar el proceso iniciado en contra de la exfuncionaria federal por presuntas omisiones que habrían facilitado el desvío de más de cinco mil millones de pesos en la Sedesol y la Sedatu, y dio luz verde para que se presenten las pruebas y sea enjuiciada por ello.
Mientras tanto, autoridades ministeriales confirmaron que Emilio Zebadúa González, exoficial Mayor de Sedesol y Sedatu y señalado en las denuncias como el principal responsable de autorizar los presuntos desvíos, inició un acercamiento con la Fiscalía General de la República (FGR) para negociar un acuerdo que le permita evitar un proceso por delitos graves que lo lleven a la cárcel.
Zebadúa ha optado por esta nueva estrategia luego de que perdiera los juicios de amparo con los que consiguió, durante más de un año, no pisar la cárcel y ni siquiera comparecer ante un juez para que se le imputaran los cargos, a diferencia de Robles quien sí respondió al citatorio que le enviaron.
Pero, pese a haberse presentado voluntariamente y aunque hasta ahora no se ha resuelto si es culpable o no, Robles – contrario a Zebadúa – lleva más de un año encarcelada de forma preventiva bajo el argumento avalado por los jueces responsables del caso de que podría darse a la fuga.
Se trata de una prisión preventiva dictada con irregularidades, entre ellas una licencia de conducir falsa que Robles no tramitó, como ya ha sido confirmado en dos amparos ganados por la exfuncionaria en contra de esa medida cautelar. Sin embargo, los jueces han insistido en mantenerla presa. Un tercer amparo relacionado con esta medida se encuentra hoy bajo análisis.
Cárcel y juicio hasta 2021
Como se dio a conocer ayer, el juez federal Ganther Villar Ceballos rechazó una vez más suspender el proceso penal en contra de Robles, tras desestimar un nuevo argumento de su defensa: que las supuestas omisiones que la FGR le imputa no son un delito sino una falta de carácter administrativo.
El juez consideró que se trataba de un tema que no puede analizarse ahora sino hasta la fase de juicio oral, por lo que ordenó a las partes revelar sus pruebas para poder avanzar hacia el mismo.
Sin embargo y a petición de la misma defensa, la presentación de la evidencia se pospuso hasta el 8 de diciembre luego de que los abogados argumentaran que no han recibido aun los resultados finales de dos peritajes importantes para su teoría del caso.
Lo anterior significa que Robles permanecerá encarcelada de forma preventiva, al menos hasta el 2021. Ello ya que una vez que se logre concluir con la audiencia intermedia deberán transcurrir al menos dos meses antes de que se realice el juicio oral ante un nuevo tribunal.
El abogado Epigmenio Mendieta, quien encabeza la defensa de Robles, había adelantado a Animal Político que analizarían promover un amparo si el juez Villar rechazaba suspender el caso. No obstante, aunque dicho amparo se presente y se conceda una suspensión, su efecto solo sería suspender que se acuerde una fecha mientras se analiza de fondo los argumentos de la defensa. En cualquier caso Robles continuará presa.
Zebadúa: de los amparos a la negociación
Emilio Zebadúa es, desde el punto de vista técnico y jurídico, el principal responsable del presunto desvío de más de cinco mil millones de pesos en las secretarias de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano.