(Agencias)
Moscú — Rusia se dirige hacia una nueva era de confrontación con Occidente después de la demostración de fuerza en Crimea de su presidente, Vladimir Putin, quien rechaza el orden postsoviético del último cuarto de siglo.
El 8 de diciembre de 1991, los dirigentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia habían ratificado en un tratado el fin de la Unión Soviética (URSS), desmembrada en varios Estados independientes, pero al retomar Crimea, Vladimir Putin demostró que estaba dispuesto a remodelar las fronteras de Rusia. Nada indica si Putin se detendrá allí o si tendrá la tentación de recuperar otras regiones rusófonas de Ucrania, Moldavia, Bielorrusia o Kazajistán.
La toma relámpago del control de Crimea por parte de Rusia y el mordaz discurso de Putin de este jueves, muestran que el hombre fuerte del Kremlin considera que su misión consiste en restaurar la potencia de su país. «Estamos en el comienzo, pero no en el fin, de una evolución tumultuosa de los acontecimientos», advirtió Nikolai Petrov, profesor de la Alta Escuela de Economía de Moscú. «El discurso de Putin concluyó la etapa actual de la absorción de Crimea. La pregunta es ¿qué pasará ahora?», agregó.
– Rusia se considera relegada a un segundo plano –
Vladimir Putin dijo que Rusia estaba cansada de «verse empujada a un rincón» por Occidente, al que acusó de «decepcionarnos nuevamente y siempre y de tomar decisiones a nuestras espaldas».
Occidente persiste con su política de «confinamiento» de Rusia, instaurada en los siglos XVIII y XIX contra el régimen de los zares, y luego en el siglo XX contra la URSS, dijo Putin. Los europeos y los estadounidenses «franquearon una línea» al ayudar a instalar en Kiev un gobierno prooccidental después de la destitución del presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich, agregó.
Nikolai Petrov afirmó que los analistas destacan el peligro de una «nueva Guerra Fría. Inicialmente, la conducta de las dos partes era previsible, pero a partir de ahora ya no lo será», y añadió que «Putin declaró la guerra a Occidente y ninguna reconciliación es posible. Ahora Occidente tratará de derribar al régimen de Putin».
La incorporación de Crimea es «un vuelco decisivo» de la política exterior de Rusia, consideró por su parte Dimitri Trenin, director de la sucursal del Centro Carnegie en Moscú.
El orden mundial que tomó forma después de la caída de la URSS y del sistema «bipolar» permitió que EEUU no respetase las leyes internacionales en Yugoslavia, Irak y Libia, según pUTIN.
– Redibujar el mapa –
Para Vladimir Putin y numerosos rusos, la incorporación de Crimea a Rusia corrige simplemente una injusticia histórica.
El exdirigente soviético Nikita Kruschev integró esta península del Mar Negro a Ucrania en 1954, pero el simple hecho de que Moscú envíe fuerzas prorrusas a Crimea para tomar el control de la región muestra su desprecio por las fronteras establecidas en 1991.
En su discurso, Putin describió a los rusos como las víctimas del desmembramiento de la URSS, que un día calificó de «la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX». «Lo que parecía impensable, desgraciadamente, se convirtió en realidad y la URSS se derrumbó», dijo, destacando que el pueblo ruso es ahora «el pueblo más disperso del mundo».
Los expertos se preguntan si Rusia se detendrá con la incorporación de Crimea. Un gesto de Moscú hacia el este o el sur de Ucrania conduciría a una escalada aún más grave. Transnistria, un territorio rusófono separatista de Moldavia, ya pidió su incorporación a Rusia.
«Una Ucrania libre, independiente y neutral podría ser la garantía de la paz en Europa central», destacó Timofei Bordashev, redactor jefe adjunto de la revista favorable al Kremlin Russia in Global Policy. «En ese caso, Rusia no continuaría su política activa en el este y el sudeste de Ucrania», opinó.
O.D.