Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), contestó a las críticas de los opositores mexicanos, quienes insisten en que la estrategia nacional de seguridad es un fracaso, pues, haciendo burla del “abrazos, no balazos”, aseguran que AMLO permite operar libremente a los narcotraficantes de México.

Dichas declaraciones han sido reiteradas desde que inició el sexenio, pero recientemente cobraron nueva relevancia tras las declaraciones de un grupo de legisladores y exfuncionarios del Partido Republicano en Estados Unidos (EEUU) que insisten en que elementos de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) puedan operar en territorio mexicano para combatir al narcotráfico.

Tal fue el caso que Marko Cortés, presidente reelecto del Partido Acción Nacional (PAN), quien insistió en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en vez de darle la espalda a la DEA, debería de aceptar su ayuda.

Al respecto, Marcelo Ebrard contestó, este lunes 13 de marzo, desde Washingtón a ese tipo de críticas y destacó la estrategia de México en combate a las drogas y, en particular, contra el fentanilo, misma que se basa en cuatro ejes:

  1. El endurecimiento del marco legal y regulatorio
  2. La ampliación de los mecanismos de supervisión y vigilancia de sustancias controladas o uso dual
  3. El fortalecimiento en el despliegue y la vigilancia en puertos y aduanas terrestres y marítimas y en el territorio nacional
  4. La ampliación de los servicios de salud pública y atención a los trastornos mentales

Además, el canciller, a petición de AMLO, inició una campaña de defensa de México en razón de los pronunciamientos de los republicanos, por lo que sostuvo una reunión de trabajo con el embajador Esteban Moctezuma y los 52 cónsules en Washington D.C. para tratar dicho tema.

De acuerdo con lo difundido por el gobierno federal de México, la instrucción al cuerpo de cónsules mexicanos fue: “no vamos a permitir que atropellen a México”, esto ante la marcada intención de que la DEA opere en México.

Bajo esa lógica, el gobierno federal plantea que no es necesario que esto ocurra, pues en el combate contra las drogas, particularmente contra el fentanilo, las autoridades mexicanas y estadounidenses han sido un aliado permanente desde su respectivo lado de la frontera. “Prueba de ello es que, en lo que va del sexenio, México ha incautado una cifra récord de más de seis toneladas de fentanilo, lo que ha evitado miles de millones de dosis mortales”.

Desde esa perspectiva, y para no dejar que se consolide una narrativa basada en mentiras, Marcelo Ebrard pidió al embajador y a los cónsules sostener reuniones informativas con la comunidad mexicana y actores políticos con la finalidad de rendir un informe semanal; además, a propuesta del equipo consular, se difundirá material informativo en las sedes de los consulados y en medios de comunicación locales.

Aún con este panorama que dibuja una atención particular a la relación México-EEUU, el canciller sostuvo que el gobierno de México está en favor de la cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos; sin embargo, se desmarcó de las posiciones extremas. Además, recordó que ambos gobiernos trabajan en el marco del Entendimiento Bicentenario tanto para evitar las muertes por uso de fentanilo como para impedir que los grupos criminales accedan a armas de alto poder.

Es decir, tanto EEUU como México se encuentran trabajando desde ambos lados de la frontera para combatir al fentanilo y a los generadores de violencia, esto al interrumpir sus líneas de suministro tanto para generar y acumular recursos económicos como para restar su capacidad de fuego.

Finalmente, el secretario federal anunció que en abril habrá una reunión en Washington entre los gabinetes de seguridad de EEUU y México para definir los pasos que aún faltan por tomar en materia de cooperación para el combate del tráfico de fentanilo y de armas.