El obispo de la diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez objetó el aumento a las tarifas del transporte público, una decisión que incomprensible si se considera que los altos salarios y hasta bonos que reciben los funcionarios públicos, los legisladores y los magistrados.

“El aumento al pasaje es un maltrato para el pueblo y un duro golpe a la economía familiar”, refirió el obispo.

González Sánchez hizo énfasis en la desigualdad prevaleciente, pues mientras por un lado a las clases débiles se les obliga al sufrimiento con un salario mínimo que no les alcanza para vivir las élites gobernantes disfrutan de los grandes presupuestos.

“Tristemente vivimos en una desigualdad, por un lado se aumenta el salario mínimo en todo el país pero por otro lado los que trabajan en gobierno, en el Congreso o en el Supremo Tribunal ganan un sueldo de vergüenza para el pueblo, porque ganan un dineral, y todavía cuando se van los premian entregándoles  otro bono. Para mí, el aumento al pasaje es un duro golpe a la economía y un maltrato al pueblo”.