Por Lizeth Caballero.

Desde el domingo 7 de abril, vecinos cerca de la escuela Matías S. Canales y la carretera antigua a Tula han enfrentado una considerable fuga de agua. Este incidente, que se extendió a lo largo de la calle, no solo formó un charco sino que resultó en un derrame considerable. A esto se suma otro problema de larga duración en la misma zona, donde una persistente fuga, que por más de ocho años se ha intentado solucionar con parches temporales, sigue causando problemas.

La comunidad ha expresado su frustración de manera irónica frente a esta situación, señalando las adaptaciones en sus rutinas diarias debido a la falta de acción eficaz por parte de COMAPA, como el uso de platos desechables por la falta de agua en sus hogares. «Ahí está la prueba de que agua sí hay», comentan, evidenciando el desperdicio del recurso.

Adicionalmente, los habitantes de la colonia Tamatán también han reportado falta de agua, lo que ha complicado la realización de sus tareas diarias. Este inconveniente se ha hecho más palpable con el reciente regreso a clases de niños y jóvenes, aumentando la necesidad de una solución inmediata.

Sin embargo, COMAPA ha informado recientemente que la causa del derrame fue un problema con el tanque Tamatán, el cual ya ha sido controlado. Ante esta noticia, los residentes esperan que la resolución del derrame y la restauración del suministro de agua se mantengan, evitando futuras afectaciones. La comunidad sigue a la expectativa de medidas a largo plazo que garanticen la estabilidad del servicio y la infraestructura, asegurando que la vida diaria de los vecinos y la comunidad escolar no se vea interrumpida.