En medio de la crisis sanitaria que vive China, donde hasta este jueves el número de muertos por el coronavirus ascendió a 170 fallecidos, así como más de 7 mil 700 personas infectadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró hoy emergencia internacional por el mortal brote.

«La razón principal de esta declaración no es por lo que está sucediendo en China, sino por lo que está sucediendo en otros países», señaló Tedros Adhanom, titular de la organización, en conferencia de prensa.

En el mensaje, el líder de la OMS comentó que la mayor preocupación es que las naciones estén ‘alerta’ para tratar una posible propagación.

«Nuestra mayor preocupación es la posibilidad de que el virus se propague a países con sistemas de salud más débiles, y que no estén preparados para tratarlo», puntualizó.

Adhanom detalló cuáles son las tareas a seguir sobre este padecimiento.

«Debemos: acelerar el desarrollo de vacunas, terapias y diagnósticos; combatir la propagación de rumores y desinformación, y revisar los planes de preparación, identificar ‘lagunas’ y evaluar los recursos necesarios para identificar, aislar y cuidar casos, y prevenir la transmisión», expuso.

La semana pasada, el organismo descartó declarar esta medida, ya que consideró que era «pronto».

«El Comité de Emergencia sobre el nuevo coronavirus (2019-nCoV) consideró que aún es demasiado pronto para declarar una emergencia de salud pública de interés internacional dada su naturaleza restrictiva y binaria», señalaron las autoridades en conferencia de prensa.

En el mensaje del 23 de enero, detallaron que el Comité de Emergencia de la organización instó a reforzar esfuerzos en la materia a través de una misión multidisciplinaria internacional.

La OMS define una emergencia global de salud como «un evento extraordinario» que constituye un riesgo para otros países y requiere una respuesta internacional coordinada. Previas emergencias globales de salud han sido declaradas por la emergencia del virus de zika en las Américas, la pandemia de influenza porcina y la polio.

Una declaración de emergencia global usualmente libera más fondos y recursos, pero también hace que los gobiernos restrinjan viajes y comercio con países afectados. Por ello, decidir si un brote representa una crisis internacional está cargado de consideraciones políticas.

Hasta el momento, la cepa 2019-nCoV se ha extendido a 19 naciones y ha provocado la muerte de 170 personas.