Roma, Italia.El gobierno de Italia aprobó ayer por decreto una reducción de la presión fiscal sobre el trabajo que costará a las arcas del Estado 6.900 millones de euros en 2014, una reducción de ingresos que estará cubierta por el aumento de las tasas a las operaciones financieras o con recortes en defensa.

La medida, anunciada por el Premier Matteo Renzi, permitirá que quienes ganen menos de 25.000 euros al año vean su ingreso aumentado en alrededor de 80 euros al mes.

Con esto, el poder ejecutivo italiano pretende impulsar la demanda interna. Quien más contribuirá a cubrir el descenso de ingresos será la banca.

ejb