Afganistán está de luto ayer en una jornada en que la cifra de muertos por el atentado con una ambulancia bomba perpetrado el sábado por los talibanes en Kabul siguió subiendo hasta superar el centenar y la lista de heridos superaron los 200, mientras la capital trata de recuperarse del golpe.
Tiendas sin cristales, muros desmoronados, coches despedazados y el asfalto arrancado dan fe del atentado que ayer golpeó el corazón de Kabul y segó la vida de 103 personas según el último balance oficial del Gobierno.
El ministro del Interior, Wais Ahmad Barmak, indicó en rueda de prensa que además 235 personas resultaron heridas de distinta consideración en el atentado. Barmak dijo que algunos de los cuerpos de los fallecidos han quedado imposibles de reconocer y se está trabajando en su identificación.
Un suicida hizo detonar ayer una ambulancia llena de explosivos en la parte exterior de la antigua sede del Ministerio del Interior afgano, donde aún operan algunas dependencias oficiales y que está situada en una zona de gran actividad con comercios y mercados.
El ministro indicó que la revisión de los vídeos muestra que 20 minutos antes del ataque dos ambulancias se dirigieron juntas al primer punto de control.
El primer vehículo fue revisado durante más de un minuto y después lo dejaron pasar mientras que la segunda ambulancia pasó sin registrar asumiendo que los dos vehículos llevaban pacientes al hospital Jamhoriat, situado en la zona.
Ambos vehículos entraron al aparcamiento del hospital de donde la segunda salió posteriormente para efectuar el atentado.
Masoom Stanekzai, jefe del Directorio Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia del país, indicó en la misma rueda de prensa que los atacantes usaron los «medios más propicios humanamente» en referencia a la ambulancia, para lanzar «una acción inhumana».
Defendió que no hay forma de impedir el cien por cien de los atentados y afirmó que en el último mes se han decomisado más de 4,000 toneladas de explosivos solo en cuatro provincias.
Stanekzai señaló a Pakistán como punto de origen de ese material y lugar de entrenamiento de los terroristas.
En su honor
El gobierno afgano declaró:
⇒ Ayer como día de luto nacional por las víctimas del atentado dando orden de que todas las banderas del país ondeen a media asta.
⇒ Gran parte de las víctimas murieron mientras hacían fila en un puesto de control en Kabul.