CIUDAD VICTORIA.-Cazadores nacionales e internacionales iniciaron su arribo a tierras tamaulipecas esta temporada de caza de la Paloma de Ala Blanca que inició el 22 de agosto con una duración de mes y medio, en donde se estima distribuir 400 cintillos en los municipios de Abasolo, Soto La Marina, Jiménez, Villa de Casas, Padilla, San Fernando, Méndez, Cruillas y Burgos, principalmente.

Mónica González García, Secretaria de Desarrollo Económico y Turismo, destacó el esfuerzo interinstitucional que se realiza entre  los órdenes de Gobierno federal, estatal y municipal para garantizar una temporada exitosa para los cazadores y prestadores de servicio, debido a que esta actividad genera importante derrama económica para todo el Estado.

La paloma de ala blanca es una de las especies más apreciadas en la actividad cinegética, y Tamaulipas es un estado ideal para la caza de esta especie, pues posee volúmenes de población suficientemente atractivos.

“La zona de Soto La Marina desde hace muchos años se ha distinguido como una región de excelente servicio de una vasta área para la caza de la paloma de ala blanca”, dijo  el alcalde de Soto La Marina, Leonel Tavares Flores.

La temporada de caza reactiva la economía regional, al emplear a varones de la comunidad como “palomeros”, además de representar ingresos para los campos cinegéticos trae consigo una derrama importante en estaciones de servicio de gasolina, tiendas y restaurantes entre otros.

“Tenemos una buena expectativa de esta temporada, ya que por excelencia se reconoce la especie de Tamaulipas como de alta calidad, sumado al servicio de los ranchos cinegéticos que están ampliamente preparados, trabajamos con ellos para atraer más cazadores”, dijo Tavares Flores.

Previo a la temporada, los ayuntamientos apoyan la infraestructura vial para facilitar el acceso a los ranchos cinegéticos y sea sencillo participar en esta tradicional cacería.

Además la coordinación estrecha entre las instituciones, permite garantizar una mayor seguridad para cazadores nacionales y extranjeros, para lo cuál se establece un operativo especial denominado “cordillera”.