Ciudad Victoria, Tamaulipas.– Hace cinco años, Caro Acuña Vázquez dejó su hogar y a su familia para perseguir un sueño: convertirse en futbolista profesional. Hoy, con apenas 18 años, ya presume dos campeonatos con el Club América, un debut con el primer equipo y una medalla de plata con la Selección Mexicana. Su historia es de lucha, sacrificio y fe en sí misma.

“Me fui desde los 13 años. Al principio fue muy difícil. Lloraba todos los días, me sentía sola, pero sabía que estaba ahí por algo y que tenía que seguir”, relata. Recientemente, durante una visita a su familia, aprovechó para solicitar apoyo al gobernador de Tamaulipas, con el objetivo de obtener una computadora y tramitar una beca que le permita continuar con sus estudios mientras sigue desarrollando su carrera futbolística.

A pesar de sus logros, Caro no olvida el camino recorrido. “Desde chiquita jugué entre niños. Nunca me dejé vencer por comentarios como ‘no puedes jugar porque eres niña’. Al contrario, eso me motivó más”. Ahora, rodeada de compañeras en el fútbol femenil profesional, se siente orgullosa de representar a su estado y de formar parte de un movimiento que abre cada vez más puertas a las mujeres.

En su aún breve pero brillante trayectoria, ha conseguido dos títulos con el América, cinco subcampeonatos y, en mayo pasado, una medalla de plata con la Selección Mexicana. Además, ya suma 200 minutos con el primer equipo y hasta dio una asistencia a Katy Martínez, una de las referentes del club. “Ese momento fue increíble. Un sueño hecho realidad”, recuerda con emoción.

Aunque su presente es prometedor, Caro ya tiene la mirada puesta en el futuro. “Si Dios me lo permite, quiero jugar en Europa, con el Barcelona. También me encantaría estar en la Selección Mayor”. Además, piensa estudiar gastronomía o algo relacionado con la mecánica, dos áreas que también le apasionan.

Su mensaje para las niñas que inician en el fútbol es contundente: “Sigan sus sueños. Si alguien les dice que el fútbol no es para mujeres, no les hagan caso. Hoy hay muchas oportunidades: está la Liga MX Femenil, la TDP, la Kings League. Hay mucho potencial en nosotras”.

Hoy, Caro es ejemplo de perseverancia y amor por el deporte. Una joven que dejó todo para construir su propio destino y que, paso a paso, está cada vez más cerca de alcanzarlo.