La amistad es un cigarro con un amigo conversando, sentados. El mundo gira en torno a quien gira en nuestro entorno y quienes tiene su mundo lejos al nuestro. Es tan extraño el personaje que sin tener lazo de sangre se acerque a otro sin ser del mismo sitio. Hay de dos sopas en la vida, los que te quieren, con todo lo que eso implica, y aquellos que sólo saludan.

Un amigo suda la playera de otro los 90 minutos del tiempo reglamentario y si se requiere el tiempo extra, está al pie del cañón por si se ocupa. Un amigo alienta en Ia imaginaria y sueña con meter un gol para el equipo que conforman los cuates.

Amigos que no se veían en 20 años se reúnen y notan que el tiempo no borró una gota de afecto, ni una libra de las bromas de la prepa.

Para ser amigo uno de ellos, o ambos, se tuvieron que aborrecer, odiar a muerte, en principio o en transcurso, hasta reconocer llenos de arrepentimiento que lo de ellos es cariño. Es ahí donde nació la tolerancia y el respeto.

Platicando cosas triviales sobre una barda encontramos a los amigos, que digo amigos, casi carnales. Están ahí para todo. Son los primeros que llegan y los últimos que se retiran.

Se puede andar sólo por la vida y sin embargo hay un chicle que se pega. A la hora que sea escuchas el silbido de quien años más tarde será tu compadre, ese que más tarde te dirá «compa que le parece esa morra».

Y es el amigo, el compita, quien tiene la anécdota de la vez que se agarraron a riatazos, la vez que calleron por catarrines al 2 Zaragoza, de cuando jugando en un mismo equipo no ganaron ni un partido, la ocasión en que se volcaron en la sierra madre y vivieron para contarlo.

La horripilante o buena vida de una persona está llena de esos compitas llamados amigos. Aparece en casi todas las fotografías después de las familiares. Con el tiempo dos amigos se casan y cada quien por su rumbo puede que no vuelvan a encontrarse. Los más prevalecen aguerridos y están ahí para lo que se ofrezca, como pañuelo de lágrimas, motor que saca a flote una lacha, confidente, confesionario sin padre.

Los buenos amigos nunca olvidarán la vez que lloraron juntos, como cuando el vecino nunca le regresó el balón que cayó en su patio, sin romper un vidrio. La vez que rompieron un vidrio y el vecino les regresó el balón, y les regresó el balón porque la vida da vueltas y a él le hubieron hecho lo mismo.

En la buenas y en las malas se conoce al amigo, nada de que «ahorita no traigo varo» , voy y te consigo. El amigo en las buenas se casa y en la boda todos se visten de traje, beben hasta exorcizarse, luego se divorcian y los amigos prevalecen, se juntan y vuelven a beber para hacer que se olvide lo inolvidable.

Dios los manda pero es uno quien los escoge a su manera. Suelen ser los más feos de la comarca para evitar cierta competencia, aunque seamos elegidos por ellos por la misma circunstancia.

Es verdad que los amigos se cuentan con los dedos de una mano. La mano más limpia, la derecha con la cual saludas. Y hay seguridad de que entre cientos, acaso miles de llamadas y mensajes que se reciben día y noche, hay un mensaje que no dajarás en visto, una llamada que contestarás a la brevedad así sea para nada, para una broma, un chiste de mal gusto del amigo de toda una vida.

No estamos solos, ahí está un amigo. Al amigo que ya corrimos y asustamos pero no se fue. El amigo que camina como nosotros se sabe nuestras canciones y nuestros gustos, conoce los defectos y las virtudes afines por supuesto y compró el mismo boleto de avión con mismo destino al otro lado del mundo, a donde sea, no importa cómo ni hasta dónde. No por nada somos amigos.

TENGO OTROS DATOS

Se rindieron honores a la bandera en el Polyforum en Ciudad Victoria, por parte del gobernador Américo Villarreal, junto al alcalde de Victoria Eduardo Gattás, en donde posteriormente realizó la entrega de Patrullas y Ambulancias que serán puestas a disposición de la sociedad para seguirla sirviendo en el ámbito de seguridad y salud, que son una prioridad para este gobierno humanista.

El Gobernador estuvo acompañado de miembros del Gabinete Estatal, autoridades federales, estatales y locales.

SALUTACIÓN DE AÑO NUEVO CON MENSAJEROS DE LA PAZ

El gobernador de Tamaulipas Américo Villarreal Anaya se reunió con Mensajeros de la Paz, encabezados por la Dra María de Villarreal, ante quienes externó: «Un placer ver a todos los MensajerosDePaz en la Salutación de Año Nuevo, donde renovamos nuestro compromiso para seguir trabajando por el bienestar de las familias tamaulipecas. Gracias, Dra. María de Villarreal, por liderar de la mano de tu gran equipo en DIF Tamaulipas.

Nos espera un año lleno de trabajo y transformación».

HASTA LUEGO