En la memoria nace una imagen que se esfuma en el aire, es un borbotón de imágenes como mariposas esquivas, y miserables insectos que se pegan al cuerpo. Demasiada luz confunde los colores de la foto. La diluye. Un buen lugar es una cita a ciegas con la sombre. Un claroscuro perfecto, un matiz despedazado en la cara de un dibujo a ciegas.

Un hombre- ser humano aplaudido, homo sapiens de la concurrencia- puede si así lo dispone caminar por la ciudad y encontrarse de pronto en una esquina sin saber a dónde dirigirse. Ignorando quién lo trajo o quién lo lleva, ni cuál será su futuro más en corto entre el ruido del tráfico capitalino, es hoy más que nunca un hijo del regañado hombre de las cavernas.

Puede dar vuelta si lo quiere he irse para siempre para saber qué se siente; o regresar a su lugar de origen, al rancho, volver por sus fueros o retirarse a un país lejano el fulano. Un hombre puede saber a ciencia cierta si lo que ve es verdadero o solamente alucines de la gente por parecerse a otros y así sucesivamente, puede ir alucinando, ver el día maravilloso o el árbol de su noche triste y truculenta.

En algún momento el hombre aquel puede obtener, si así lo ocupa, el equilibrio perfecto al andar muy tranquilo por el cordón de una banqueta. En la tragedia un hombre saca un machete, un hacha mohosa detrás de la oreja y la encaja. Se precisa que no ocurra, y ojalá nunca suceda.

Sabe lo que está sucediendo en términos generales y en lo cercano la reserva del cuerpo no va a perder su valor frente al simple y minimizado ser que se observa en el reflejo de los aparadores del centro

Un día el hombre cruza la calle y saluda a Julián que mide con una cinta un traje sastre en su invisible negocio de costura. Afuera puede estar un pino o un abeto, y en el cuadro hay dos jardineras con flores como pedazos de neón, para darle un mayor colorido al paisaje imaginario.

En el pensamiento errático el hombre confunde el ambulantaje con lirios y valles, alguien grita en la calle y el hombre puede quedarse absolutamente solo entre tanta gente, y no duda en meterse a los resquicios de esa sombra.

A cada momento los cables del rotor de postes, cuadrícula de alambre sostiene las paredes. Tiembla al fondo el espejismo ingrato de un día de sol. El sol es un cuerpo llanero, un fugitivo ligero, un acontecer fuereño, una canción tumbada a propósito.

Un hombre puede si así lo quiere saber un poco más del agua hervida, de la leche quemada y su extraña procedencia en el desliz angelical del ambiente. La luz seca las apalabras en una taza de té. Los sobrevivientes juegan en una mesa su última partida. Morirán cuando la luz se apague y un ser solitario les dispare desde adentro.

En los escaparates se hizo experto el olvido. A la distancia anónimos hombrecillos se alejan y secan la ropa en los tendederos del cuerpo. Es una antigua marcha de historias derramadas, nacidos y muertos, niños eternos jugando en los patios. Es una escalera instalada en el sube y baja del paquete, cercano a la casa.

Un hombre puede patear un bote a las tres de la mañana, pisar una rana, desaparecer para siempre entre el tumulto del fin del tiempo y correr desaforadamente a esconderse. Un sujeto puede hacer lo que se le pegue la gana a la intemperie, después reír sin arrepentirse una pulgada.

Y por qué no, dormir, callar un secreto, dejar pasar el tiempo en los recovecos y lagunas de esta historia que para ello se hicieron. Puede acaso reventar por dentro, inventarse, militar un ejército de menesterosos, comandar un pisapapeles que va de un lado al otro del anacrónico escritorio y salir tranquilo a la calle, salir del mismo texto.

TENGO OTROS DATOS

PRESENTA AVA PROYECTOS PARA FERTILIZANTES EN REYNOSA Y DESARROLLO DEL PUERTO NORTE DE MATAMOROS

El gobernador Américo Villarreal se reunió con el presidente del Grupo IUSA, Carlos Peralta, en donde se presentaron los proyectos en materia de energía para Tamaulipas, asimismo se presentó Planta de Fertilizantes en Reynosa y el desarrollo del Puerto Norte de Matamoros.

HASTA LUEGO