Cuando era niño y pasaba tiempo de mis vacaciones escolares – que por cierto no eran mega puentes como ahora – allá en la sierra de Ocampo donde entonces vivían mis abuelos paternos, mi abuelo solía narrarme sus vivencias mientras caminábamos a la labor y muchas de ellas terminaban con un remante tal como “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”.

A fuerza de ser sincero jamás entendí esas expresiones y menos las comprendí, hasta ahora creo, cuando veo situaciones que me hacen rememorar a mí abuelo y pensar que tenía razón el viejón.

Primera Caída… Los delicaditos del Mercado Arguelles.

Un ejemplo de la reflexión que intenté hacer párrafos arriba, puede ser la irrisoria situación que pasan los locatarios del Mercado Arguelles de esta ciudad, más bien debo decir sarcástica; hasta me recuerda a la Unión de Carniceros que pedían un préstamo, pero decían “no lo podemos pagar”. ¡Babosos!

Bueno decía. La bronca que traen los locatarios de ese viejo edificio que ahora parece caerse literalmente a pedazos. Es que siguen esperando la famosa remodelación de las instalaciones y como dijo Don Teofilito “Se van a quedar esperando”. Pero la verdad si la raspan, como decía mí tía chencha, “quieren tragar chicharrones pero dejar vivo al marrano”. Pos como.

Segunda Caída… Que alguien los despierte.

Resulta que el mercado tiene casi 50 años sin recibir una manita de león. Pero al parecer ese clamor no sucederá tan pronto como ellos quisieron imaginar, esto debido a que los locatarios se siguen negando a pagar sus rentas, desde hace 10 años, ósea son ciento y algo de comerciantes y deben dos cientos pesos por mes desde hace como diez años, lo que hace ya una cifra de más de un millón de pesos.

Sin embargo los locatarios siguen pidiendo la remodelación en voz de una señora que habla como si en verdad supiera lo que dice, bueno hasta ensalza al municipio por los proyectos urbanos, pero luego le pone un madrazo al decir que aún sin cumplir con el pago de sus cuotas, seguramente el Alcalde Miguel González les va ayudar a remodelar el dichoso mercado. ¡Bueno serán tontos o nomás adelantaban el día de los santos inocentes!

Tercera Caída… Ya dijeron que no.

Desde hace meses y en relación con este tema, el Secretario del Ayuntamiento de Victoria, Rafael Rodríguez Salazar, hablaba del asunto y decía que sin el pago de las cuotas era complicado que el municipio pudiera llevar las obras que piden los locatarios. Yo entiendo eso. Porque quitando el hecho, de que el mercado es municipal, las instalaciones siguen siendo un negocio para particulares.

Digo estos cuates aún no llenan de que la ciudadanía los siga manteniendo. Y es que aparte de que no pagan las rentas y hacen negocio con las instalaciones, ahora a hueso quieren que les arreglen el cuchitril para seguir ordeñando a la becerra.

A titulo muy personal deseo que el ayuntamiento se faje los calzones y no caiga en el garlito de estos vivales que se hacen llamar comerciantes, que aparte de llorar como actriz de telenovela se la pasan sangrando al pueblo con los precios de sus productos y todavía quieren que les sigamos manteniendo sus vicios. Habrase visto semejante desfachatez.

Y no es que crea, que el famoso mercado no requiera de una arregladita, sin embargo considero que todos somos hijos de dios y como tal deben entender – los locatarios – que es bueno el encaje pero no tan ancho y según veo, si quieren seguir viviendo a costillas del erario público se van a topar con pared. Yo se porque lo digo. Ja.

Nos vemos en la próxima… Caída.