Ahora que estuvieron los ojos del mundo al pendiente del humo blanco o negro, para ser nombrado el nuevo Papa dentro del Cónclave del Vaticano, que dirigirá la iglesia Católica en tiempos convulsos de moral y religión, también en México esperamos humo blanco a la reforma Energética.
Marzo es un mes de reflexión, ante la celebración el día 18 de la “Expropiación Petrolera de 1938”, ahora el gobierno de Enrique Peña Nieto, está por implementar un “nuevo paradigma” en la política energética, para la propiedad, explotación, industrialización y comercialización del petróleo mexicano.
Así, el pasado 15 de febrero, se celebró en la ciudad de México, un Foro sobre Energía entre funcionarios y políticos priístas, encabezados por el Lic. Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía (Sener), el coordinador de la comisión de Energía de la cámara de Diputados, Marco Antonio Bernal, el director de la CFE y ex director de Pemex, Francisco Rojas, David Penchina por parte de la comisión de Energía de la cámara de Senadores, así como el líder del STPRM, Carlos Romero Deschamps.
Uno de los políticos con mayor actividad, en relación a las opiniones sobre la posible apertura a inversiones privadas del sector energético, en particular en Pemex, lo es el tamaulipeco Marco Antonio Bernal, el presidente de la comisión de Energía en San Lázaro, destacó que una reforma energética de fondo, servirá para la construcción de por lo menos cuatro nuevas refinerías, pero también para bajar precios de las gasolinas, la electricidad y otros combustibles.
“…Necesitamos mirar la visión que tenemos de la energía, de un instrumento de recaudación que es lo que está pasando ahorita, a que sea un instrumento que genera crecimiento y empleo.
Insistió en que se debe evitar que los energéticos sigan subiendo y que continúe la importación, sobre todo de gasolina…”
Cabe recordar que Bernal Gutiérrez, es un político muy cercano al coordinador priísta de la cámara, el economista Manlio Fabio Beltrones, y también al líder de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, que cuando el presidente Enrique Peña Nieto reiterara durante su primera gira europea, su intención de llevar a cabo una reforma energética en México, las comisiones de Energía del Congreso se convierten en pieza clave para concretar esas negociaciones.
Otro reconocido y experimentado político, activo en el tema de la reforma energética, es el actual secretario de la Sener, Pedro Joaquín Coldwell, afirma que el sector energético podría aumentar hasta en dos puntos porcentuales al Producto Interno Bruto (PIB) del país si se llega a los acuerdos necesarios en la reforma energética planeada para la segunda mitad del año 2013.
“…Si se llegara a algún acuerdo en este sentido, entrarían al país miles de millones de dólares y el PIB podría crecer hasta dos puntos más. La reforma está en un proceso de maduración y hasta que la tengamos completa vamos a hacerla pública…”
Posterior al Foro sobre Energía de febrero, el pasado 3 de marzo, los 4 mil 200 delegados del PRI aprobaron por unanimidad y a mano alzada, durante la celebración de la XXI Asamblea Nacional del PRI, la liberación de los “obsoletos” candados a sus documentos básicos (estatutos, declaración de principios y plan de acción).
El PRI podrá cabildear con los otros partidos políticos, la anunciada propuesta de reforma energética. Esto es, se buscará aceptar inversiones privadas nacionales y extranjeras en el sector, dígase en Pemex y CFE. Además, continuarán los llamados “gasolinazos”, medida que busca alinear los precios de las gasolinas con los internacionales, continuará ahora con un aumento mayor cada primer sábado del mes, al pasar de 8 centavos por litro a 11 centavos.
Uno de los principales temas de la agenda económica en la reforma energética, que los citados personajes no han aclarado a profundidad, es lo relacionado a la “Renta Petrolera”, que se define en términos sencillos como la diferencia entre el valor de los hidrocarburos extraídos del subsuelo a precios de venta en el mercado internacional, menos los costos de extracción o, dicho de manera más sencilla, es los ingresos menos los costos, de tal manera que la Renta Petrolera es lo que queda para repartir.
A pesar que tanto los legisladores del PRI y PAN han señalado que la «reforma energética» que se presentará no busca la privatización de Pemex, el simple hecho de permitir la inversión privada en los procesos de refinación, exploración, distribución y comercialización del petróleo implicaría la «transferencia o cesión» de buena parte de la renta petrolera, que es de todos los mexicanos, a compañías privadas extranjeras.
Será necesario abrir estos temas a Debates y Foros ciudadanos, para estar conscientes de las necesidades que se tienen y tendrán en el sector, ya sea para abrir la reforma Energética solo en el rubro de explotación del petróleo de aguas profundas, en apoyo a los recientes yacimientos ubicados frente a costas de Matamoros Tamaulipas.
Antier mismo (12 de marzo), al presentar las propuestas del gobierno de EPN ante el PRD, por el director de Pemex Emilio Lozoya, nos permitió saber las opiniones del presidente del PRD, Jesús Zambrano, “…debemos de escuchar muchas más voces, dada la delicadeza misma que el tema tiene. Y me parece, insisto, que la participación de la iniciativa privada en el sector energético de ninguna manera nosotros la vetamos, al contrario, lo que decimos es que se requiere que participe y lo que tiene que acreditarse, son las áreas en las cuales esta puede darse, ahí están los planteamientos que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha hecho…”
Sin descuidar el actual papel de Pemex como fuente de ingresos fiscales, que abonan para las principales causas sociales de México, solo así se reflejarían con claridad los recursos necesarios para construir las nuevas refinerías anunciadas por Marco Bernal y programar la autosuficiencia de producción nacional de gasolinas en México para que “Habemus Gasolinas mexicanas” y ya no la importación de más del 50% que ahora consumimos, a precios subsidiados.
Por lo acontecido con Telmex de Carlos Slim en 1988, dudamos de las ventajas de atraer inversiones privadas al sector energético como lo hizo ya Petrobras en Brasil. Pero si el nuevo gobierno, con serenidad y madurez republicana demuestra en debates nacionales lo contrario a los mexicanos, sentimos que se estará trabajando en las dos cámaras con espíritu nacionalista y de eficacia, con el fin de poder aumentar la producción nacional de las gasolinas.