El sábado reciente me habló Tatiana para invitarme a almorzar al día siguiente en la casa de Francia, además, me informó que ya había convocado a Haydeé y Libia para festejar el Día del Padre como lo hemos hecho durante varios años para confirmar el amor que nos tenemos.
La mañana del domingo me levanté temprano, como casi siempre, y acudí gustoso al encuentro donde ya se encontraba la anfitriona, luego fueron llegando sus hermanas y mientras recordábamos algunas escenas de nuestra vida juntos, hicieron café, picaron fruta y comenzó la reunión que se prolongó por más de cinco horas.
Los huevos revueltos con salsa de chorizo de pavo nunca me habían gustado tanto, el café me supo a gloria y no era para menos pues estaba reunido con cuatro de las mujeres más importantes de mi vida a las que agradezco desde el fondo de mi corazón que me hayan dado el privilegio de ser papá.
Desde hace años reconozco en público y en privado que no soy un padre virtuoso, más bien estoy lleno de defectos, sin embargo, la vida me ha dado la oportunidad de comprobar que pueden pasar muchas cosas pero lo bueno perdura y que las controversias y temporales rupturas se compensan con el amor que siempre permanece.
Este año pasamos pruebas duras, especialmente mi muchacha que está superando el cáncer de mama a la que me da una felicidad inmensa ver como sonríe cada vez más y como cada día le crece más el pelo; mientras ella recordaba pasajes de su infancia, pasaron por mi memoria las mañanas cuando yo leía el periódico y ella, con menos de diez años de edad, se levantaba para ofrecerme de desayunar.
El encuentro con estas mujeres ya casadas y con hijos me hizo recordar la película Todos estamos bien, protagonizada por el genial Marcelo Mastroiani, en la que hace un recorrido por varias ciudades de Italia para visitar a sus hijos ya adultos y, cuando los encuentra, se imagina que siguen siendo niños.
El domingo también recordé el día que andaba en un centro comercial y escuché una voz de niña en un pasillo lejano que le gritaba a su padre; quise acudir corriendo al llamado pero segundos después recordé que ya no tengo hijas pequeñas; caminé sonriendo y pensando en la película de Mastroiani.
Por todo lo anterior reitero mi gratitud a mis hijas por existir para que yo sea feliz, gracias por estar ahí para recordarme que he vivido mucho y que ha valido la pena, gracias por recordarme, ah y gracias por el rico almuerzo que sirvió de pretexto para reunirnos y pasar felices el Día del Padre.
A propósito de la fecha, tras el evento masivo con aproximadamente 20 mil promotores del voto, el candidato a alcalde del Partido Revolucionario institucional, Alejandro Etienne Llano, acompañado de sus hijos, acudió a diversos eventos en el día que se festeja al padre.
Arrancó a temprana hora dando el banderazo de salida en la carrera que llevó su nombre en la cual participaron 50 ciclistas quienes recorrieron 160 kilómetros; después fue a los ejidos, primero en la Congregación Caballeros, donde los beisbolistas lo esperaban, ya que donó equipo además de arrancar con la construcción de la caja para bateo.
“Usted tiene una buena propuesta para el deporte, por eso este siete de julio vamos a reafirmar que estamos con el ganador”, le expusieron; el abanderado de la Coalición Todos Somos Tamaulipas, (PRI, PVE y PANAL) también acudió a los ejidos, Lázaro Cárdenas, Estación Rosa, Ávila Camacho, San Juan, entre otros, donde los hombres y mujeres del campo, se suman a su proyecto de Gobierno Municipal.
Según un comunicado enviado por su equipo de prensa, por la tarde acompañado de su esposa Katya, fue al mega bingo en la colonia Azteca donde aprovechó el momento para felicitar a los hombres que se esfuerzan, trabajan y luchan día a día por sus hijos.
Por su parte Humberto Filizola, acompañado de Ramiro Cantú, Jesús Sánchez, José Charur, Manolo Corcuera, y Alfonso de la Garza, organizaron un evento para promocionar el voto a favor de AELL; fueron más de mil 300 personas comprometidas en sumarse para llevarlo al triunfo este 7 de julio.
En otro escenario electoral, el abanderado del PMC, Gustavo Cárdenas Gutiérrez siguió con su “operación escoba” el fin de semana realizando un recorrido por la avenida Madero acompañado de decenas de seguidores y por sus compañeros de fórmula para las diputaciones.
Siguiendo con las campañas locales, el que se metió en problemas fue el aspirante a diputado Juan Báez Rodríguez quien tuvo un mal rato y se enfrentó con un estilista victorense que le hizo una reclamación en un concurso organizado recientemente; otros columnistas se han ocupado en detalle del asunto que puede acarrearle problemas al candidato ya que el hombre, con su vocabulario, hizo que muchos recordaran el viejo PRI.
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