El sol que se desparrama en la tarde limpia, y el horizonte, cuentan de nuevo la historia de las aves más allá de las que vemos marcharse durante un eclipse. La suavidad del día soporta la belleza, el sueño, la imaginación de un círculo en el cielo, un milagro, un suceso extraordinario, un regalo de luces y sombras de sueños estelares .

Me he perdido un poco entre el laberinto de voces y una lampara oscura, pero estoy acostumbrado. El resplandor sería suficiente, pero es el día quien en persona no deja de llamarme. Usaré el mejor traje desde casa.

Hay rumores entre las personas en lo que se aproxima la hora. Y el público en general checa las redes sociales para ver qué opina un experto anónimo de cabecera meteorológico, o saber qué dice su crush respecto a que las gallinas creen que es de noche y se trepan a los árboles, pero creo que eso todo mundo lo sabe. Para el otro eclipse hay que ser más creativo.

Los habitantes de este planeta se aprendieron el ABC del eclipse pero la recomendación es la misma desde que los vimos y pensamos que era una pelea de Dioses : al chile se puede quedar ciego. «Nadie lo está mirando el eclipse señor, usted es el escandaloso». Si mira mucho hacia arriba se puede tropezar y caer. Eso pasa muchas veces sin eclipse. Ya siéntese señor : tenga, póngase esos lentes, y no vaya a hacer trampa.

Por una rendija y a bordo del traje, traté de asomarme y creí ver que hay una nueva especie de peces en la calle. En serio eso vislumbré en el espacio que me dejó el rayo de sol y el ruido de afuera. Que debió ser todo el ruido junto.

Nombre señor no invente hace rato que me vengo asomando y todo está igual y así seguirá. Un perro aislado ladra desde algún lugar de su casa, de su parte. Una paloma insiste en cantar a esta hora, pasa un tráiler antes de que oscurezca. El señor de la telefónica concluye su trabajo y se retira, se oye el motor a lo lejos.

Todo eso mientras el mundo da la vuelta en medio de un eclipse. Las recomendaciones dadas al extremo concursante señalan que podría usted quedar ciego si mira al cielo. Concretamente en el tiempo en que ocurre el eclipse unas dos o tres horas.

La muchedumbre se resguardó en sus casas como si fuese a caer algo del cielo, algo, lo que fuera. Tranquila, sólo es un eclipse señora, nadie va a entregar cobijas. Otros salieron a ver la penumbra traída de esta manera, entre la noche y el día. Ahí anda el que vende paletas.

La gente se reúne en los planetarios del barrio para observar el espectáculo con los vidrios del herrero. La gente usa lentes especiales para ver el eclipse que tal vez tarde unos 100 años en repetirse. La gente usa sombrero, cubre a los más pequeños, se juntaron en lo más alto para ver más chido y luego recordarlo, andar contándolo a quien quiera escucharlo, dar una cátedra del tema en una sobremesa del año que nadie recuerda.

Poco a poco se calla el silencio. Por la calle pasa lo que tenía que pasar. Una mujer lava platos y regaña a su compañera, señora, no se distraiga. Desde su amplia ventana la mujer puede ver el eclipse a esta hora. Ignoro los motivos del por qué la oscuridad trae el silencio arrastrando, cierta inquietud vespertina.

El eclipse simula la noche. Eso lo explica todo. Por un segundo la luna tapó el sol con un dedo y hay que tomar clases de sombra, de Romeo en los balcones, de gato detrás de la oreja de un perro.

En algunas partes, con el eclipse es más evidente la soledad que en otras. La sociedad consume estos fenómenos meteorológicos a la altura de la nueva tecnología con el refresco de moda que por favor no falte.

Se les dice que no sirve ver el eclipse echando agua en un plato, con tantos lentes. Aún hay chiquillos que corren por el fondo del patio con un plato. Ya escucharon que los quieren reprimir.

TENGO OTROS DATOS

La Secretaría de Educación reporta ausentismo en la mayor parte de los sitios donde se vio el eclipse.

Este día se reanudaron clases con el mismo entusiasmo con el cual los tamaulipecos corresponden a esta etapa educativa que avanza din tropiezos en los diversos niveles escolares.

HASTA LUEGO