Desde hace mucho tiempo, el deporte ha servido en muchas naciones para olvidar los problemas sociales que se viven en un país o determinada población.
En México no es la excepción, pues el futbol representa un desahogo y una distracción para olvidar por un rato los problemas tan serios con los que lidiamos. Es como un escaparate de la inseguridad, el desempleo y muchos otros problemas.
Aquí en Tamaulipas, el Club Correcaminos de Futbol, representa para los tamaulipecos y para los victorenses, algo que va más allá del futbol.
Cada quince días en el Marte R. Gómez se vive una especie de “día único” en Victoria, donde la clase política, los empresarios y los ciudadanos de todas las clases sociales se reúnen para ver los partidos.
Media ciudad se vacía y es el único día donde niños, adultos, jóvenes y familias enteras conviven en un mismo lugar, unidos en torno a los colores naranjas.
El Gobernador, Egidio Torre Cantú, ha estado en las gradas del estadio disfrutando del partido y conviviendo con los aficionados. El mandatario ha pasado la prueba, que para muchos políticos, es altamente difícil: permanecer en un espacio abierto, con miles de ciudadanos, en una condición de iguales.
El mismo Egidio y varios empresarios de la localidad, han inyectado los recursos necesarios para que el Club Correcaminos este en los primeros lugares de la Liga de Ascenso Mx, al grado de que están en fase de finales.
Seguramente los ciudadanos agradecen que nos den a los victorenses esa oportunidad de disfrutar los fines de semana los juegos del Correcaminos.
Pero no hay que olvidar que en el futbol, como en la política, se gana y se pierde. Y si el Correcaminos gana, todos nos subimos al barco y estamos contentos. Pero de llegar a perder, y de fracasar en este torneo, habrá que ver si los ciudadanos no muestran su enojo en las urnas el próximo 7 de julio.
Las elecciones electorales en Tamaulipas, están a la vuelta de la esquina. En Victoria habrá nuevo alcalde en menos de 3 meses. Como quizá en ninguna ciudad del país, el futbol en Victoria representa algo más que solo un juego.
Veremos cómo le va al Correcaminos, y de no darle alegrías a sus aficionados, estos podrían desquitarse en las urnas, votando en contra del PRI.
Esa parece ser la apuesta del balón electoral que, hoy miércoles, empezará a correr en Celaya. Como bien se puede notar, los goles también votan.
