RELATO 1.-Era un lunes soleado y tocó a su puerta un hombre desgarbado, sucio, con gorra y con aspecto de vagabundo.
Al instante salieron mis dos viejos de 75 años y aquel sujeto torpe para hablar, que cubría su abdomen con una camiseta desgastada con el logotipo de la SEDESOL Federal, con palabras entrecortadas inició con su tarea de burdo engatusador.
Los miró de frente, vino el saludo y luego la primera pregunta fue sí ya estaban inscritos al programa “65 y más”, recargable, ese que el gobierno federal presume como punta de lanza para favorecer con un billetillo a nuestros ancianos. La respuesta de mi madre fue “no” y el tipo sonrió, como si estuviera frente a una potencial víctima.
A ello le siguieron otros cuestionamientos como su edad, estado civil, el aspecto de su vivienda y, sobre los motivos por los cuales el anterior gobierno federal no los consideró para agregarlos al programa. “No sé, fuimos a la Loma y al ayuntamiento para registrarnos pero nos rechazaron porque recibimos una modesta pensión”, le contestó mi madre, al tiempo que exigió al sujeto una identificación, que nunca exhibió.
En cambio abundaron las promesas como la entrega posterior de 5 mil pesos para impermeabilizar y pintar la vivienda, por lo que el tipo empezó a anotar sus datos en una hoja con el logotipo de la dependencia federal, no sin antes sugerirles si deseaban cooperar con 50 pesos al instante y algo más en el momento de la entrega de los cinco billetes de a mil.
A ellos, a mis viejos, nunca se les exigió la credencial de elector y mucho menos el sujeto se identificó con un partido político, por eso accedieron a proporcionar sin regateo sus generales.
Eso sucedió en el fraccionamiento Teocaltiche, de ciudad Victoria y aquel tipo sudoroso les dijo que ya había recorrido varias colonias casa por casa, donde muchos “beneficiados” vieron con buenos ojos esa atractiva oferta, al tiempo que mostró un fajo de solicitudes de personas que ya habían cooperado con los 50 pesillos.
Pero mis viejos se negaron a entregar el recurso y el timador se comprometió a regresar dos días después y hasta este momento aun lo siguen esperando, como Penélope a su galán.
Ahora ellos sonríen, hacen guasa por haber escapado de las redes de ese engañabobos y hasta se carcajean cuando días después se enteraron por los medios que doña Rosario Robles Berlanga les dio “cuello” a varios funcionarios de Veracruz que fueron sorprendidos capitalizando los programas federales a favor del PRI.
Ellos, no fueron presa fácil porque ya habían vivido una experiencia en pleno proceso presidencial para elegir, cuando en Ciudad Victoria, en una óptica del centro, el dueño les ofreció a cada uno mil 500 pesos por su credencial de elector que se utilizaría a favor de Andrés Manuel López Obrador, pero sin pensarlo, no cedieron.
Es, bueno, que se ponga orden en este sentido, porque con los ancianos no se debe jugar. Y, bueno, es, que ellos se pongan “trucha” para neutralizar los encantos y el poder de seducción de estos sucios, maltrechos y descarados timadores, que se arrastran como serpientes.
Tal vez para manchar el trabajo gubernamental.
RELATO 2.-Contagia, estimula, el optimismo que él exhibe cuando busca que se retome el camino de lo que en sus años de gloria fue la UPD, una agrupación de periodistas de Tamaulipas reconocida y que ya requería de una lavadita de rostro con agua y con jabón.
Su dirigente estatal, Miguel Arturo García Rodríguez, estuvo este sábado en la capital del estado para darle posesión a los líderes de Mante, Aída González Hernández, de Guemez, Gabriel Márquez, de Hidalgo, Eloy Alonso, de Jaumave, Amir Pacheco García y María del Refugio Ramírez Vázquez, de Villa de Casas, quienes se agregan a los más de 20 representantes que ya tiene la agrupación en Tamaulipas.
Fue en un ameno desayuno donde el buen “Mike” gastó todas sus energías para hablar sobre el trabajo, los proyectos a corto plazo para beneficiar con vivienda, servicios de salud, becas y otras cosas para los periodistas de Tamaulipas, tan alejados de la mano de Dios.
El siguiente evento es este miércoles en la CNOP local, dónde la UPD se afiliará al sector popular del PRI, como primer paso para solicitar regidurías y coordinaciones de prensa en los ayuntamientos, a las que solo ascienden desconocidos que no son capaces de escribir una línea.
El proyecto es justo, bueno, tentador y estimulante.
Porque premia el trabajo de un buen comunicador.
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