Ascendió a la gloria en 2012, al ganar oro en los Juegos de Olímpicos de Londres. Pero ahora Darvin Chávez está desempleado y busca acomodo en algún equipo en el Régimen de Transferencias del futbol mexicano.

Terminado su contrato con Veracruz y con aval de Monterrey, dueño de su carta, el defensa ofrece sus servicios en el llamado tianguis de piernas.

Él mismo gestiona su colocación en algún club. No tiene representante y a Cancún llegó sólo con sus cartas de presentación: un oro olímpico, un par Concachampions con Rayados y una Copa MX con Tiburones.

Su teléfono no ha sonado. Arribó ayer al paradisiaco puerto, sin saber que hasta el miércoles se realizará el trueque entre futbolistas.

«Es algo nuevo para mí, nunca había estado en esta situación. Ahora, a tratar de buscar acomodo», señaló Darvin.

“Tengo que jugármela. Quiero trabajo y si ésta es la forma de buscarlo, no tengo problema. Esperamos tener éxito con algún equipo. Todavía tengo mucho que dar”, afirmó el futbolista de 27 años.

Chávez espera una oferta que le permita alargar sus sueños futboleros. “Hablé con la directiva de Monterrey, por el pacto de caballeros, y me dijo que podía contratarme con quien quiera. Vengo a tocar puertas y quiero abrir una”.